viernes, 31 de julio de 2009

Capitulo 2: Se nota que estás loca

Me monte en el coche para ir a clase y encendí el ipod. Crying lightning empezó a sonar. Y comencé a darle vueltas a todo lo estaba pasando. Tenia 23 años recién cumplidos, había acabado la carrera con 22, y no quería ponerme a trabajar tan pronto, así que decidí estudiar un master…en Londres. Vine aquí para estudiar. Encontré un buen trabajo en Blluckster, era la relaciones laborales de empresa de renombre, y el sueldo era una pasada. Estaba viviendo en el apartamento de una ex compañera de clase, dos años mayor que yo, que llevaba ya 2 años en Londres.
Yo sólo había pasado 6 meses en tierras británicas, y ya sabia que quería vivir aquí para siempre.
Pero todo esto se estaba complicando. Ahora iba a hacer una película, sí, y además era la protagonista del film. No sabía muy bien como había llegado a esto, pero ya no había vuelta atrás. Pensé en dejarles tirados, pero era algo poco profesional, aunque yo no era precisamente una profesional de eso…Y la verdad era que tampoco quería hacerlo. Al principio me había asustado, porque había venido todo muy precipitadamente pero después de haber conocido a Jack y a Susan, y saber que las cosas con él iban a ir más bien, y que ella confiaba en mí, todo empezaba a tener sentido.
Además había que añadirle la idea de poder conocer a Robert Pattinson, lo había flipado, literalmente, durante toda la noche. Era una locura, lo sabia, pero todos mis pensamientos relacionados con Rob lo eran. Me sentía tan ansiosa, esperando que algo excitante pasase, como cuando eres niña y te acuestas la víspera de la Noche de Reyes, sabiendo que pronto algo mágico pasará. Tenia ese nudo en la garganta, esas mariposas en el estomago, una especie de mareo, como si todo fuese un sueño. Y en ese estado me sumí durante las dos semanas que faltaban para comenzar a grabar.

Un mes después, seguía viviendo en un sueño, pero ahora veía nítido, era un sueño, pero era real.
El rodaje estaba yendo genial, el ambiente entre todo el reparto era increíble, no éramos muchos, ya que el argumento giraba, principalmente, entorno a Chuck y Claudia. Luego estaban Vanessa Locke, que inerpretaba a la hermana de Claudia, Luke Adler, que era el hermano de Chuck, y que estaba realmente bueno, y Rachel Jerins, como Kate. Todos teníamos entre 21 y 25 años, estábamos todo el día haciendo el tonto y riéndonos de todo, Susan tenía que poner orden bastante a menudo.
Jack era encantador, y realmente tenia mucho talento. Ya no había dudas de que íbamos a ser grandes amigos, era un hecho. Pasábamos tanto tiempo juntos que en a penas dos semanas era como si nos conociéramos de toda la vida.
Luke era el típico chulito, que estaba bueno y lo sabía. Tonteaba con todas y yo no era una excepción. Pero lo hacia de una manera tan poco sutil que resultaba divertida.
Vanessa era la pequeña, y era un encanto, excesivamente tímida, pero muy simpática. No hablamos mucho al principio, porque no se relacionaba apenas, pero a medida que pasamos más tiempo juntas, me di cuenta que era muy agradable.
Con la que mejor me llevaba, sin la menor duda, era con Rachel. Era tan descarada y espontánea que contrarrestaba mi vergüenza y mi autorrepresión. Me animaba a decir todo tipo burradas y a seducir al elenco masculino, a los cámaras, a los guionistas y a todo tío que se nos pusiera por delante. Cada vez que yo decía algo subido de tono, retada por ella, me ruborizaba, pero más por la risa que me causaba que por vergüenza.
No le había nombrado a Robert, porque cuanto más confianza tenia con ella, más reparo me daba el que pensase que yo era un loca-histérica fan de uno de sus mejores amigos.
Me encantaba ir a “trabajar”, era muy excitante meterse en la piel de otras personas, experimentar ese tipo de emociones. Y la compañía era inmejorable, era como pasar el rato con tus mejores amigos, hasta tenia un mote: Yankee. Sí, no sé que perra les había entrado a todos con el acento americano, pero todos coincidían en que lo tenía.

Había tenido que dejar mi empleo en Blluckster. Mis padres no sabían nada de la película, ni de que ya no trabajaba donde debía hacerlo. No quería preocuparles ni disgustarles sin necesidad, ya que sabía que a mi padre no le haría ninguna gracia que descuidara mi carrera de esa manera y que perdiera el tiempo en algo que no me iba a aportar nada importante. También había tenido que faltar varios días a clase, ya tenía los apuntes correspondientes, pero no me hacía ninguna ilusión invertir tanto tiempo en la grabación, y perder clases. Pero era lo que había y no me preocupaba demasiado, sí, a veces lo pensaba y me sentía culpable, pero inmediatamente después todos los buenos momentos que estaba pasando en mi nuevo “trabajo” venían a mi mente y me sentía increíblemente bien.

-Niña, ¿tú no sales nunca o qué?- me preguntó Rachel cuando repasábamos el guión.
-Uff no últimamente. Entre el rodaje, las clases, ¿sabes que ya estamos a febrero? En menos de cuatro meses me examino, y tengo que aprobarlo. Además Sandra se ha ido a Alemania a pasar unos días con su novio. ¿Crees que cuando Kate nos pilla…bueno “haciéndolo”- hice el gesto de las comillas con los dedos mientras me avergonzaba-, debería levantarme y taparme ruborizada o en plan risa?
- Puedes decir follando, o hechando un polvo delante mía, soy mayor de edad-puse los ojos en blanco y me reí.-No sé, ¿qué dice el guión?
-Nada.- puse cara de desesperada.
-Pues pregúntale a Su. Bueno yo esta noche salgo con unos amigos, anda apúntate. Nos lo vamos a pasar bien, ya veras. Si son muy majos.-¿de qué amigos me hablas cielo?, ¿Robert Pattinson?, vale, ya sabía que estaba rodando Unbound Cautives, pero obviamente no pude evitar pensar en él. Tragué saliva y suspiré.
-Soy un poco aburrida…y además mañana tengo clase.
-Puedes faltar a clase.-puse mala cara- Y no eres aburrida, estoy segura que con unas copas de más tienes que ser la caña. Se nota que estás loca, sólo que te da vergüenza que gente que apenas te conoce lo sepa. Tus comentarios sarcásticos te delatan, monada.
- ¿De qué me hablas?- sonreí. ¿Era capaz de conocerme tan bien en sólo dos semanas?, sí, como yo los conocía a ellos.- Ok, me apunto. Tienes razón, estoy de un reprimido últimamente que me estoy convirtiendo en otra persona.
-¡GENIAL! ¡woooow!, nos lo vamos a pasar en grande- me abrazo eufórica.- En serio, los chicos están locos por conocerte. ¡Esta-noche-fiesta!- y empezó a bailar, mientras yo la observaba con cara de “esta tía está como una cabra”, luego me reí, porque me encantaba.
- Así que esta noche fiesta ¿eh?. ¿Puedo apuntarme?- Jack vino por detrás y me tocó el culo. Yo le mire sonriendo y él bajo la mirada sonrojándose.
-Cerdo…
-Sí, pero soy tu cerdo.-contesto con mirada desafiante, aun me reí con más ganas, eso era cierto, era tan mono.
-No, ni hablar, esta noche la yankee es mía.- dijo Rachel, mientras me agarraba por el pecho, y yo ponia cara de pena.
-Vale. Mejor, otro día salimos solos, nena.-dijo Jack guiñándome un ojo y sonriendo. Se dio la vuelta y yo le seguí con la mirada, ensimismada.
-¿Te gusta?- la voz de Rachel me devolvió a la tierra.
-¿Quién? ¿Jack?- pregunte extrañada. Ella asintió.- Pues no, de esa manera no, me parece un encanto, y obviamente siempre me ha gustado desde Skins. Pero sólo somos amigos. No le veo de otra manera.
Rachel me miro unos segundos con los ojos entrecerrados y luego dijo:
-A él le gustas, se nota. No es como Luke. Jack sólo tontea contigo.
-Porque tenemos más confianza. ¡Si estamos todo el rato besándonos!, ¡joder si hasta me ha visto en bolas!.-ella meneó la cabeza negando.
-Tú piensa lo que quieras.
-Claro.
-Entonces te paso a buscar a las….9, ¿te dará tiempo?
-Espero.

Ya en casa, conecté el ipod a los altavoces y puse Heads will roll. Tenía tres cuartos de hora para prepararme.
Comí algo lo más deprisa posible y me dirigí al baño.
Me di una ducha rápida y me lave la cabeza. Al salir fui al armario y me quedé mirando mi ropa con la toalla y el pelo mojado. ¿Qué me pongo?. Ni siquiera sabía con quién iba a salir. Rachel vestía bien, sencillita, pero muy mona. Claro que tampoco sabía si se arreglaba mucho cuando salía o no.
Sus amigos. ¿Qué amigos?. Pensé en Tomstu, Sammy, Marcus, toda la pandi. Sabía que eran sus amigos, pero seguramente Rachel también tenía otros amigos, normales, gente como yo. No solo amigos del tío más cachondo del mundo. Deje de pensar en ello, si seguía pensando que me iba a encontrar con ellos, probablemente tendría que anular la cita del dolor de estomago que me iba a dar.
Opté por vestirme como yo vestía normalmente cuando salía y dejarme el pelo suelto, secado al aire, y poco a secador, porque Londres en febrero no es que fuera poco húmedo. Una mini falda alta abullonada negra, una camiseta básica de tirantes anchos blanca, un cinturón rojo y unos zapatos de tacón rojos también, con un bolso negro de tachuelas.
Un poco de colorete, ojos ahumados, rimel y vaselina para los labios.
Vale, pues, ya estaba.
A las 10 menos 5, sonó el timbre.
-¿Subes?. ¿Bajo?
-Baja.
Cogí mi chupa de cuero entallada, y baje.
Me monte en el C30 de Rachel. Ella iba con unos pitillos vaqueros ajustados, una camiseta beige de tirantes con volantes en el escote y unos taconazos marrones, y pude ver una chupa marrón en el asiento trasero. Vale, no desentonaba. Puso un cd de Editors, y sonó Fingers in the factories.
Seguí el ritmo de la música con mis pies, adentrándome en mi mente, pensando en sus “amigos”, quería preguntárselo, pero no sabía muy bien cómo, así que no dije nada al respecto.
Aparcamos en Baterman St, y tardamos un cuarto de hora en llegar a Old Compton, la calle por excelencia de los bares “cool” del Soho. Conforme nos acercábamos al local, el ritmo de los latidos de mi corazón se disparó, sentía como el flujo de sangre que llegaba a mi cerebro era excesivo y que empezaba a necesitar más oxigeno. Me estaba mareando. Pare un segundo, y me apoyé en una pared
-¿Te encuentras bien?-Rachel se acercó a mí y me miro preocupada.
-Los zapatos. Estoy bien, estoy bien.- inspire y espire profundamente durante unos segundos, hasta que conseguí tranquilizarme. Estábamos a escasos 10 metros del pub, así que volví a respirar profundamente, y reanudé la marcha. Rachel me alcanzó y abrió la puerta, pase, esperé a que pasara ella antes. Y se dirigió a unas de las mesas. Mesa en la que había 4 chicos y dos chicas. Fuimos acercándonos más y más, hasta que, efectivamente reconocí a uno…y… a dos de los tíos. Tomstu y Sammy eran “los amigos”.
Joder, joder, joo-oder. Ya estaba nerviosa otra vez. Tenía que tener cara de estreñida. Uff…
Respira, si seguro que los pobres no muerden.
Que me muerdan no es una de mis preocupaciones precisamente, anda que no me gustaría ni nada. Calor.
No pienses en ello.
-Y ella es Carla.- la voz de Rachel sonaba a lo lejos.- ¿Nena?
-Sí, ¿dime?- joder sí que empezaba bien, pareciendo retrasada. Así se hace Carla.
-Carla, estos son Marion, Ruby, Sam, Tom, Taylor y Cisco- señaló a cada uno al pronunciar el nombre correspondiente, parecía emocionada y contenta. De verdad me quería a ahí, con sus amigos. Sonreí. Iba a ser yo misma, a soltarme y a relajarme, a ser también su amiga. Así que fui dándoles dos besos a cada uno mientras murmuraba un “encantada”, Marion, Ruby, Oh dios mio Sammy, Ooooh dios mio Tomstu, Taylor y Cisco. Nos sentamos en las sillas vacias.
-¿Una Heineken, Yankee?
-Sí, por favor.-asentí sonriendo.
Ella se levanto y me dejo con sus amigos, y me quede tranquila, extrañamente tranquila.
-¿Yankee?- pregunto Tom extrañado. Yo negué con la cabeza y puse los ojos en blanco.
-Al parecer tengo acento americano.- elevé las cejas.
Todos se rieron.
-Sí es cierto, la verdad es que sí lo tienes- genial otro pirado de la vida- pero eres española, ¿no?- asentí- ¿de España?
-No, española de Suiza- respondí instintivamente. ¿Qué pregunta estupida era esa? Ellos empezaron a reírse más alto.
-Vale, lo siento,- Tom se sonrojo y me miro riendo. Tenia unos ojos preciosos, era muy guapo en persona- una pregunta estupida. Se sueltan algunas por aquí, ya lo veras.
“Ya lo veras”, eso implica seguir quedando con ellos. Me gustaba la idea.

Llegue a casa a las 5 de la mañana. Todo había cerrada a las 3, pero habíamos seguido la fiesta en el local del padre de Taylor, sólo los ocho, bebiendo, hablando, bailando y cantando. Cantaron mucho, hasta Sam y Cisco se animaron con la guitarra. Había sido una noche alucinante. Me había sentido tan bien, HABIAN hecho que me sintiera tan integrada, que me encontraba en una nube.
Wow conocía a más de una persona que conocía a Robert Pattinson, mi Roberto. Quizá algún día lo conocía…
Sonriendo me tumbe en la cama y me dormí.

miércoles, 29 de julio de 2009

Dedicado a todas las bunnies, sean o no de la hermandad, que todos los dias se duermen pensando en como seria conocer(...y otras cosas, ejem!) a Mr Plaqueitor!!
Por las bunnies!!
Por el Roberto!!
y...por la ROBERTA!! que tanta inspiracion me ha dado...
Here we goooo!!

PD: la musica que aperece en el capitulo la ire subiendo al playlist, no es fundamental escucharla,pero es la banda sonora de un sueño =D

Primer Capitulo: ESO ESPERO

Colgué el teléfono. Y me quede mirando al infinito, totalmente quieta. Pestañeé. Cuando volví a tomar conciencia de mi cuerpo, me di cuenta de que tenía la boca abierta. La cerré.
No podía creerme lo que acababa de pasar. Ahí estaba, sentada en el sofá de mi apartamento y aparentemente con un nuevo empleo: actriz. Yo no quería ser actriz.
¿Y por qué fuiste a un casting?
Porque quería ver como era uno, vivir esa experiencia.
Pero a lo mejor se habían equivocado de persona, igual se había traspapelado el número, y en realidad la actriz perfecta para la película era otra de las chicas. O podía ser una broma, igual les gustaba hacer este tipo de cosas. ¿No es cruel por parte de los encargados del casting llamar a una persona para decirle que ha conseguido el papel cuando no es cierto, sólo para divertirse? Sí, lo era. Pero tenía que ser lo que estaba pasando, no había otra explicación. Me convencí. Y mi ritmo cardiaco se estabilizó, hasta que Bling sonó en mi móvil y me sobresalte.

-Perra. Estoy yendo para casa. ¿Qué tal?- era mi compañera de piso, Sandra.
-Bien, creo.
-¿Crees?
-Umm, han llamado los del casting.-dije un poco asustada.
-¿Sí?, ¡wow!. ¿Qué majos, no?. Llamarte, aunque sea para decirte que no te quieren.- obviamente ella tampoco se creía que esto fuera en serio.
-Ya, sí. El asunto es que…bueno…no es que no me quieran, de hecho me han dicho que el papel es mío.
-¿QUE? – grito en mi oído, y aparte el teléfono de mi oreja. Lo puse en manos libres.
-Sí, eso han dicho. Yo creo que es un tipo de broma.-me sentía tan avergonzada.
-¿Crees que esta gente bromea con este tipo de cosas?
-Si no es eso, ¡tú me dirás!
-Joder, igual lo haces bien.-soltó entre risas.
-No es divertido, y claro que no lo hago bien.- Era la primera vez en toda mi vida que interpretaba algo. ¿Es que los del casting no habían oído que ni siquiera había estado en una obra en la escuela?
-No sé, mira luego hablamos, llego en seguida. Y, ¿C?
-Dime.
-No lo flipes demasiado, te va a salir algún eccema de rascarte.-Ja, deje de rascarme.
-Hasta ahora.

El miércoles llegó y tuve que coger un día de vacaciones para poder ir a la entrevista. Me prepare para ella, ya que nadie había llamado para anularla y decirme que había sido un error. Excelente. Me picaba todo el cuerpo, y no podía parar de rascarme, simplemente eso me ayudaba a calmarme. Tenía que hacer una prueba más con el chico protagonista, un tal Jack O’Connel, esperaba que no fuera Jack O’Connel Jack O’Connel, porque si no igual me daba algo allí mismo.
Había que hablar del dinero y las fechas, el horario, firmar el contrato, vamos, hacer el asunto oficial.
Me monté en el coche, y suspire. Volví a suspirar. Notaba los latidos de mi corazón en cada terminación de mi cuerpo, y más intensamente en las sienes. Mi cabeza iba a explotar. Tome aire, y arranque.




Entré en el edificio. Una chica muy simpática con una nariz un poco rara me saludó, y preguntó por mi nombre.
-Carla Muro- sonreí forzosamente, muy forzosamente. Y me mordí el labio nerviosa.
La chica me dio un pase y me indicó dónde debía ir. Subí las escaleras, y toque la puerta del despacho de Susan Backwell. Después que una voz me ofreció pasar, entré.
Allí pude ver a la directora de la película, a la que había conocido un par de semanas atrás. Ella me sonrió y me pidió que me sentara. Forcé una tímida sonrisa y me senté.

-Jack vendrá en breve. ¿Qué tal va todo?- preguntó sonriente y con una voz muy cariñosa.
-Bien, gracias.- ¡Uy!, esa no era mi voz…Debía tranquilizarme.
-¿Nerviosa?-
-Un poco.- Me reí, y respiré profundamente.
Alguien llamo a la puerta, y Susan le pidió que pasara. La puerta se abrió, y un chico rubio, de ojos pequeño y bajo entró con una gran sonrisa. G-e-n-i-a-l era Jack O’Connel Jack O’Connel.
Cierra la boca.
Cerré la boca, y trague saliva. Me miro, con esa pedazo sonrisa que le hacia realmente adorable, y me mareé. Le devolví una pequeña sonrisa, mientras mis ojos le seguían hasta que se sentó en la silla de al lado. Seguí mirándole, no es que fuera increíblemente guapo, pero tenía algo que a mi me volvía loca y a medio metro de distancia ese algo se agravaba.
-Bueno, pues Carla, éste es Jack, y Jack, ésta es Carla.- volvió a sonreírme y yo volví a devolvérsela.
-Creía que los españoles deban dos besos, porque… eres española, ¿no?- dijo bromeando, pero poniéndose algo colorado.
Me levante y le di dos besos. ¡Wow, olía muy bien!. Homme de Guerlain,¿eh?, mezclado con suavizante. ¿Le lavaraia la ropa alguien?.
Volví a sentarme, muy ruborizada.
-Encantado.- dijo Jack completamente colorado. Tenía la impresión de que era mucho más vergonzoso de lo que parecía.
-Y yo.- murmure mientras nos mirábamos fijamente. Me perdí en el azul de sus ojos, hasta que la voz de Susan nos interrumpió y ambos nos giramos para mirarla.
-Vale chicos. La escena que tenéis que hacer es el primer beso.
-¿QUE?- gritamos Jack y yo a la vez.
-¿Así, sin anestesia ni nada?. Bueno no sé como funcionan estas cosas, pero, ¿no es un poco pronto?, ¿qué puede salir de ahí?
-Tranquila cielo, seguro que lo hacéis genial. No es necesario porque estamos seguros con todo el reparto y en especial con vosotros, pero debemos hacer la prueba a ver que tal la química.
Jack se paso una mano por la boca y la apoyo en su nuca, parecía incomodo.

Susan nos paso los guiones. La historia era sobre dos chicos, Chuck y Claudia, que se conocen y se sienten atraídos el uno por el otro al instante, pero ninguno se atreve a dar el siguiente paso, porque no creen que sus sentimientos sean correspondidos. Chuck tiene un accidente de moto, que lo lleva al borde de la muerte, y es entonces cuando Claudia se da cuenta que no puede vivir sin estar con él realmente. Cuando él despierta del coma, dice sonriendo “¿me tengo que estar muriendo para que durmamos en la misma habitación?”, y ella llorando le besa. Esa era la escena del primer beso.
Después les dan la noticia de que las lesiones en uno de sus pulmones son muy graves y que sin un transplante morirá. Así que el resto de la película va sobre ellos dos viviendo al máximo su vida juntos en unos meses, mientras el tiempo pasa y la muerte de Chuck está más cerca. Al final él muere, esperando angustiosamente un pulmón ya asignado, y diez minutos antes de que el órgano llegue al hospital.
Me enamore perdidamente del argumento, estaba segura de que no me iba a ser difícil llorar en las escenas requeridas porque ese tipo de historias hacían que las lagrimas se me escaparan incontrolablemente.

Mirándolo por encima, leí una escena de sexo, e instintivamente pregunte:
-¿Me tengo que desnudar?-la pregunta salió de mis labios inconscientemente, mientras enseñaba la página de la escena.
-Eso espero.- murmuro Jack entre risas.
-No, sí que hay escenas de sexo, algo subiditas de tono, pero no vas a salir desnuda, tranquila. Bueno, aunque realmente sí que tendrás que estar desnuda, ¿es un problema?.- pregunto riéndose.
-No, supongo que no…Quiero decir, no, claro…claro que no.- pude notar el calor que irradiaban mis mejillas.
Dios mío, esto se estaba desmadrando demasiado. No sólo iba a hacer una película, lo cual era una completa locura, si no que además el actor co-protagonista era Jack O’Connel, y le tenia que besar en a penas unos minutos, a pelo, y le iba a seguir besando en las próximas semanas ya que de eso iba la peli, yyy también iba a verme desnuda, seguramente hasta tendría que gemir delante de él mientras “fingimos” echar un polvo. Ahí es nada.

Nos dejaron un poco de tiempo para que preparáramos la escena. Pensé en qué haría yo en esa situación, las gestos, los caras que pondría …Bueno, mejor dicho, intenté pensar en esas cosas mientras que a mi cerebro sólo le importaba el hecho de besar a Jack O’Connel. Y mientras que yo luchaba contra mi cerebro y procuraba relajarme, Susan pronunció las temidas palabra, “Chicos, ¿estáis preparados?”. No, por supuesto que no.
-Sí- dije en bajito.
Mentirosa.
Ahí estaba, sosteniendo la mano de Jack, el cual estaba en una silla sentado, con ojos llorosos y la cara desencajada. Acariciando su mano suavemente, y suplicándole que despertase. Jack abrió los ojos, poco a poco, cerrándolos repetidas veces por la intensidad de la luz, después de 7 días sin recibirla. Arrugando la frente y el entrecejo, desorientado y desconcertado. Se movió, y yo le miré sorprendida y emocionada. Grite “¡Chuck!”, y puse su cara entre mis manos, acariciándola, al mismo tiempo que unas lágrimas enormes bajaban rápido por mi cara. El me miró sonriendo al reconocerme, y dijo con voz frágil y temblorosa:
-¿Tengo que estar muriéndome para que durmamos en la misma habitación?
Aquí vamos…
Suspirando, y aun con su cara en mis manos, me acerqué a él y le bese. Despacio, suavemente, apenas rozando nuestros labios. Apoye mi frente en la suya al separar mi boca, volví a suspirar profundamente, y sonreí con ganas.
-Joder Chuck, te quiero tanto.
-Yo también nena, no sabes cuanto llevo esperando esto.-dijo muy bajo, pero muy alegremente.
-¿Despertar del coma?- dije riéndome mientras las lágrimas empezaban a aminorar el ritmo. Soltó una carcajada, y tosió. Me asuste.
-Vale chicos, ya. Que si os dejamos nos la acabáis. Sólo diré: WOW. Increíble, de verdad. Deberíamos haberla grabado. Va a salir genial. Perfecto. Por cierto Carla, tienes un acento americano increíble, me gusta.- estaba contenta, podría decir que hasta eufórica.
No sé que se fumaba esta mujer a antes de ir a trabajar pero no le hacia ningún bien. ¿Acento americano yo?, pues tú me dirás de qué, pirada. De todos modos asentí, aunque con el ceño fruncido.
Pero la verdad es que la experiencia había estado bien, no sólo el beso, si no interpretar toda la escena. Vale, y sobre todo el beso que había sido…dulce y… cómodo.

Cuando llegue a casa, Sandra estaba tumbada en el sofá viendo la tele. Al verme entrar por la puerta, se incorporo y la apagó.
-¿Jack O’Connel es…?
-Jack O’Connel sí.
-Wow…-puso cara de flipada y meneo la cabeza- Tienes que contármelo todo.
Y así lo hice.

Estaba agotada y al día siguiente tenia clase a las 9 de la mañana, así que pronto me fui a la cama. Estuve pensando en Jack, era muy agradable, divertido, pero tambien algo tímido. Y pensé en el beso…Había estado muy bien, y había salido mucho más natural de lo que jamás podía haber imaginado. Cuando me metí en esto estaba buscando nuevas experiencias, y las de hoy habían sido excelentes. Sonreí sin quererlo.
Cogí el guión y me puse a ojearlo. En la última página vi que salían los nombres de todo el reparto y el personaje que interpretaba cada uno con una pequeña descripción. No me sonaba ninguno, hasta que leí Rachel Jerins. Era Kate, la mejor amiga de Claudia. Ese nombre me sonaba. Sí, no sabia de qué pero estaba segura de haberlo leído en algún lado. Rachel Jerins, Rachel Jerins….Rachel Jerins.¡Joder! Era amiga de Robert Pattinson. Sí, esa tía había salido por ahí con Roberto. Me acordaba de ella, era muy mona. Los habían liado, pero luego salieron fotos de ellos de crios, se conocían de toda la vida. ¿Iba a conocer a alguien que conocía a mi Roberto? ¿yo?. Estaba alucinando, completamente ida…Tendría que suplicarle que me lo presentara, sólo un hola y adiós, o verlo de lejos.
Eres una persona cuerda y digna, no puedes ir por ahí suplicando a la gente que te presente a sus amigos.
Cuando se habla de Robert Pattinson las palabras cuerda y digna pierden por completo su significado.
Vale, a lo mejor sólo se lo pedía cortésmente, un par de…docenas de veces.
Esa noche me dormí soñando con Robert, en poder conocerlo o verlo…como había hecho tantas y tantas noches, pero esta era la primera en la que esos sueños se “podían” hacer realidad.


Especial thankius a nani!!