viernes, 31 de julio de 2009

Capitulo 2: Se nota que estás loca

Me monte en el coche para ir a clase y encendí el ipod. Crying lightning empezó a sonar. Y comencé a darle vueltas a todo lo estaba pasando. Tenia 23 años recién cumplidos, había acabado la carrera con 22, y no quería ponerme a trabajar tan pronto, así que decidí estudiar un master…en Londres. Vine aquí para estudiar. Encontré un buen trabajo en Blluckster, era la relaciones laborales de empresa de renombre, y el sueldo era una pasada. Estaba viviendo en el apartamento de una ex compañera de clase, dos años mayor que yo, que llevaba ya 2 años en Londres.
Yo sólo había pasado 6 meses en tierras británicas, y ya sabia que quería vivir aquí para siempre.
Pero todo esto se estaba complicando. Ahora iba a hacer una película, sí, y además era la protagonista del film. No sabía muy bien como había llegado a esto, pero ya no había vuelta atrás. Pensé en dejarles tirados, pero era algo poco profesional, aunque yo no era precisamente una profesional de eso…Y la verdad era que tampoco quería hacerlo. Al principio me había asustado, porque había venido todo muy precipitadamente pero después de haber conocido a Jack y a Susan, y saber que las cosas con él iban a ir más bien, y que ella confiaba en mí, todo empezaba a tener sentido.
Además había que añadirle la idea de poder conocer a Robert Pattinson, lo había flipado, literalmente, durante toda la noche. Era una locura, lo sabia, pero todos mis pensamientos relacionados con Rob lo eran. Me sentía tan ansiosa, esperando que algo excitante pasase, como cuando eres niña y te acuestas la víspera de la Noche de Reyes, sabiendo que pronto algo mágico pasará. Tenia ese nudo en la garganta, esas mariposas en el estomago, una especie de mareo, como si todo fuese un sueño. Y en ese estado me sumí durante las dos semanas que faltaban para comenzar a grabar.

Un mes después, seguía viviendo en un sueño, pero ahora veía nítido, era un sueño, pero era real.
El rodaje estaba yendo genial, el ambiente entre todo el reparto era increíble, no éramos muchos, ya que el argumento giraba, principalmente, entorno a Chuck y Claudia. Luego estaban Vanessa Locke, que inerpretaba a la hermana de Claudia, Luke Adler, que era el hermano de Chuck, y que estaba realmente bueno, y Rachel Jerins, como Kate. Todos teníamos entre 21 y 25 años, estábamos todo el día haciendo el tonto y riéndonos de todo, Susan tenía que poner orden bastante a menudo.
Jack era encantador, y realmente tenia mucho talento. Ya no había dudas de que íbamos a ser grandes amigos, era un hecho. Pasábamos tanto tiempo juntos que en a penas dos semanas era como si nos conociéramos de toda la vida.
Luke era el típico chulito, que estaba bueno y lo sabía. Tonteaba con todas y yo no era una excepción. Pero lo hacia de una manera tan poco sutil que resultaba divertida.
Vanessa era la pequeña, y era un encanto, excesivamente tímida, pero muy simpática. No hablamos mucho al principio, porque no se relacionaba apenas, pero a medida que pasamos más tiempo juntas, me di cuenta que era muy agradable.
Con la que mejor me llevaba, sin la menor duda, era con Rachel. Era tan descarada y espontánea que contrarrestaba mi vergüenza y mi autorrepresión. Me animaba a decir todo tipo burradas y a seducir al elenco masculino, a los cámaras, a los guionistas y a todo tío que se nos pusiera por delante. Cada vez que yo decía algo subido de tono, retada por ella, me ruborizaba, pero más por la risa que me causaba que por vergüenza.
No le había nombrado a Robert, porque cuanto más confianza tenia con ella, más reparo me daba el que pensase que yo era un loca-histérica fan de uno de sus mejores amigos.
Me encantaba ir a “trabajar”, era muy excitante meterse en la piel de otras personas, experimentar ese tipo de emociones. Y la compañía era inmejorable, era como pasar el rato con tus mejores amigos, hasta tenia un mote: Yankee. Sí, no sé que perra les había entrado a todos con el acento americano, pero todos coincidían en que lo tenía.

Había tenido que dejar mi empleo en Blluckster. Mis padres no sabían nada de la película, ni de que ya no trabajaba donde debía hacerlo. No quería preocuparles ni disgustarles sin necesidad, ya que sabía que a mi padre no le haría ninguna gracia que descuidara mi carrera de esa manera y que perdiera el tiempo en algo que no me iba a aportar nada importante. También había tenido que faltar varios días a clase, ya tenía los apuntes correspondientes, pero no me hacía ninguna ilusión invertir tanto tiempo en la grabación, y perder clases. Pero era lo que había y no me preocupaba demasiado, sí, a veces lo pensaba y me sentía culpable, pero inmediatamente después todos los buenos momentos que estaba pasando en mi nuevo “trabajo” venían a mi mente y me sentía increíblemente bien.

-Niña, ¿tú no sales nunca o qué?- me preguntó Rachel cuando repasábamos el guión.
-Uff no últimamente. Entre el rodaje, las clases, ¿sabes que ya estamos a febrero? En menos de cuatro meses me examino, y tengo que aprobarlo. Además Sandra se ha ido a Alemania a pasar unos días con su novio. ¿Crees que cuando Kate nos pilla…bueno “haciéndolo”- hice el gesto de las comillas con los dedos mientras me avergonzaba-, debería levantarme y taparme ruborizada o en plan risa?
- Puedes decir follando, o hechando un polvo delante mía, soy mayor de edad-puse los ojos en blanco y me reí.-No sé, ¿qué dice el guión?
-Nada.- puse cara de desesperada.
-Pues pregúntale a Su. Bueno yo esta noche salgo con unos amigos, anda apúntate. Nos lo vamos a pasar bien, ya veras. Si son muy majos.-¿de qué amigos me hablas cielo?, ¿Robert Pattinson?, vale, ya sabía que estaba rodando Unbound Cautives, pero obviamente no pude evitar pensar en él. Tragué saliva y suspiré.
-Soy un poco aburrida…y además mañana tengo clase.
-Puedes faltar a clase.-puse mala cara- Y no eres aburrida, estoy segura que con unas copas de más tienes que ser la caña. Se nota que estás loca, sólo que te da vergüenza que gente que apenas te conoce lo sepa. Tus comentarios sarcásticos te delatan, monada.
- ¿De qué me hablas?- sonreí. ¿Era capaz de conocerme tan bien en sólo dos semanas?, sí, como yo los conocía a ellos.- Ok, me apunto. Tienes razón, estoy de un reprimido últimamente que me estoy convirtiendo en otra persona.
-¡GENIAL! ¡woooow!, nos lo vamos a pasar en grande- me abrazo eufórica.- En serio, los chicos están locos por conocerte. ¡Esta-noche-fiesta!- y empezó a bailar, mientras yo la observaba con cara de “esta tía está como una cabra”, luego me reí, porque me encantaba.
- Así que esta noche fiesta ¿eh?. ¿Puedo apuntarme?- Jack vino por detrás y me tocó el culo. Yo le mire sonriendo y él bajo la mirada sonrojándose.
-Cerdo…
-Sí, pero soy tu cerdo.-contesto con mirada desafiante, aun me reí con más ganas, eso era cierto, era tan mono.
-No, ni hablar, esta noche la yankee es mía.- dijo Rachel, mientras me agarraba por el pecho, y yo ponia cara de pena.
-Vale. Mejor, otro día salimos solos, nena.-dijo Jack guiñándome un ojo y sonriendo. Se dio la vuelta y yo le seguí con la mirada, ensimismada.
-¿Te gusta?- la voz de Rachel me devolvió a la tierra.
-¿Quién? ¿Jack?- pregunte extrañada. Ella asintió.- Pues no, de esa manera no, me parece un encanto, y obviamente siempre me ha gustado desde Skins. Pero sólo somos amigos. No le veo de otra manera.
Rachel me miro unos segundos con los ojos entrecerrados y luego dijo:
-A él le gustas, se nota. No es como Luke. Jack sólo tontea contigo.
-Porque tenemos más confianza. ¡Si estamos todo el rato besándonos!, ¡joder si hasta me ha visto en bolas!.-ella meneó la cabeza negando.
-Tú piensa lo que quieras.
-Claro.
-Entonces te paso a buscar a las….9, ¿te dará tiempo?
-Espero.

Ya en casa, conecté el ipod a los altavoces y puse Heads will roll. Tenía tres cuartos de hora para prepararme.
Comí algo lo más deprisa posible y me dirigí al baño.
Me di una ducha rápida y me lave la cabeza. Al salir fui al armario y me quedé mirando mi ropa con la toalla y el pelo mojado. ¿Qué me pongo?. Ni siquiera sabía con quién iba a salir. Rachel vestía bien, sencillita, pero muy mona. Claro que tampoco sabía si se arreglaba mucho cuando salía o no.
Sus amigos. ¿Qué amigos?. Pensé en Tomstu, Sammy, Marcus, toda la pandi. Sabía que eran sus amigos, pero seguramente Rachel también tenía otros amigos, normales, gente como yo. No solo amigos del tío más cachondo del mundo. Deje de pensar en ello, si seguía pensando que me iba a encontrar con ellos, probablemente tendría que anular la cita del dolor de estomago que me iba a dar.
Opté por vestirme como yo vestía normalmente cuando salía y dejarme el pelo suelto, secado al aire, y poco a secador, porque Londres en febrero no es que fuera poco húmedo. Una mini falda alta abullonada negra, una camiseta básica de tirantes anchos blanca, un cinturón rojo y unos zapatos de tacón rojos también, con un bolso negro de tachuelas.
Un poco de colorete, ojos ahumados, rimel y vaselina para los labios.
Vale, pues, ya estaba.
A las 10 menos 5, sonó el timbre.
-¿Subes?. ¿Bajo?
-Baja.
Cogí mi chupa de cuero entallada, y baje.
Me monte en el C30 de Rachel. Ella iba con unos pitillos vaqueros ajustados, una camiseta beige de tirantes con volantes en el escote y unos taconazos marrones, y pude ver una chupa marrón en el asiento trasero. Vale, no desentonaba. Puso un cd de Editors, y sonó Fingers in the factories.
Seguí el ritmo de la música con mis pies, adentrándome en mi mente, pensando en sus “amigos”, quería preguntárselo, pero no sabía muy bien cómo, así que no dije nada al respecto.
Aparcamos en Baterman St, y tardamos un cuarto de hora en llegar a Old Compton, la calle por excelencia de los bares “cool” del Soho. Conforme nos acercábamos al local, el ritmo de los latidos de mi corazón se disparó, sentía como el flujo de sangre que llegaba a mi cerebro era excesivo y que empezaba a necesitar más oxigeno. Me estaba mareando. Pare un segundo, y me apoyé en una pared
-¿Te encuentras bien?-Rachel se acercó a mí y me miro preocupada.
-Los zapatos. Estoy bien, estoy bien.- inspire y espire profundamente durante unos segundos, hasta que conseguí tranquilizarme. Estábamos a escasos 10 metros del pub, así que volví a respirar profundamente, y reanudé la marcha. Rachel me alcanzó y abrió la puerta, pase, esperé a que pasara ella antes. Y se dirigió a unas de las mesas. Mesa en la que había 4 chicos y dos chicas. Fuimos acercándonos más y más, hasta que, efectivamente reconocí a uno…y… a dos de los tíos. Tomstu y Sammy eran “los amigos”.
Joder, joder, joo-oder. Ya estaba nerviosa otra vez. Tenía que tener cara de estreñida. Uff…
Respira, si seguro que los pobres no muerden.
Que me muerdan no es una de mis preocupaciones precisamente, anda que no me gustaría ni nada. Calor.
No pienses en ello.
-Y ella es Carla.- la voz de Rachel sonaba a lo lejos.- ¿Nena?
-Sí, ¿dime?- joder sí que empezaba bien, pareciendo retrasada. Así se hace Carla.
-Carla, estos son Marion, Ruby, Sam, Tom, Taylor y Cisco- señaló a cada uno al pronunciar el nombre correspondiente, parecía emocionada y contenta. De verdad me quería a ahí, con sus amigos. Sonreí. Iba a ser yo misma, a soltarme y a relajarme, a ser también su amiga. Así que fui dándoles dos besos a cada uno mientras murmuraba un “encantada”, Marion, Ruby, Oh dios mio Sammy, Ooooh dios mio Tomstu, Taylor y Cisco. Nos sentamos en las sillas vacias.
-¿Una Heineken, Yankee?
-Sí, por favor.-asentí sonriendo.
Ella se levanto y me dejo con sus amigos, y me quede tranquila, extrañamente tranquila.
-¿Yankee?- pregunto Tom extrañado. Yo negué con la cabeza y puse los ojos en blanco.
-Al parecer tengo acento americano.- elevé las cejas.
Todos se rieron.
-Sí es cierto, la verdad es que sí lo tienes- genial otro pirado de la vida- pero eres española, ¿no?- asentí- ¿de España?
-No, española de Suiza- respondí instintivamente. ¿Qué pregunta estupida era esa? Ellos empezaron a reírse más alto.
-Vale, lo siento,- Tom se sonrojo y me miro riendo. Tenia unos ojos preciosos, era muy guapo en persona- una pregunta estupida. Se sueltan algunas por aquí, ya lo veras.
“Ya lo veras”, eso implica seguir quedando con ellos. Me gustaba la idea.

Llegue a casa a las 5 de la mañana. Todo había cerrada a las 3, pero habíamos seguido la fiesta en el local del padre de Taylor, sólo los ocho, bebiendo, hablando, bailando y cantando. Cantaron mucho, hasta Sam y Cisco se animaron con la guitarra. Había sido una noche alucinante. Me había sentido tan bien, HABIAN hecho que me sintiera tan integrada, que me encontraba en una nube.
Wow conocía a más de una persona que conocía a Robert Pattinson, mi Roberto. Quizá algún día lo conocía…
Sonriendo me tumbe en la cama y me dormí.

3 comentarios:

  1. biennnnnnnnnnn, ya vamos pasito a pasito y le conocerá jaja. Muy bien escrito nena, me gusta muchoooo. Un besoooo

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  2. ala tia yo tb qiero xD

    muaaaaaa seve!

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  3. "era la relaciones laborales de empresa de renombre, y el sueldo era una pasada" Nena, que yo estudie Relaciones Laborales....esa chica tiene doble suerte,no?? jajaja, xq no encuentro curro por aqui de lo mio ni de blas!!!

    Me gustaaaaaaaa muchoooooo, voy a seguir!!!

    Mua guapaaaaaaa!!!

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