domingo, 10 de enero de 2010

Capitulo 16: Puta lluvia y puto Amanecer

Primero: ¡¡FELIIIIIIZ AÑO 2010!!
Que este sea un gran año para todas y podamos seguir disfrutando de Roberto muuucho.
Ya se que he tardado mucho en actualizar con nuevo capitulo, pero las vacaciones y esas cosas. Espero que no os hayais olvidado de las historia ;)
Un besazo guapas!!


Ese día nada más escuchar el despertador y tomar consciencia del mundo, comencé a sentir esa sensación. Angustia. Un nudo en el pecho agarrotando cada uno de mis latidos. La desoladora espera de algo que irremediablemente iba a pasar.
Mareada me incorporé y fije mi atención en la pantalla iluminada de mi móvil. 26 de abril. Era el día. El corazón me dio un vuelco y la visón se me nubló. Tragué saliva con dificultad, inspirando y expulsando aire despacio, intentado tranquilizarme.
No había vuelta atrás. No podía retroceder en el tiempo, ni retrasar la llegada del fatídico día. Así que con la cabeza dándome vueltas, me levanté.
Vi como el día despertaba tras mi ventana. Obviamente estaba lloviendo y la niebla empañaba los cristales.
-Puta lluvia y puto Amanecer.
Me deslicé hacia la ducha después de encender mi reproductor. Sonaba Best not to think about it.Conforme caía el agua por mi cuerpo intentaba librarme de la pesadumbre que se había apoderado de él.
Había quedado con Rachel a las 8 y media para ayudarle con los preparativos de la fiesta de despedida de Rob en el O. No era la actividad más adecuada para mantenerme alejada de mis pensamientos pero menos daba una piedra, e ir a clase para desconectar en cada una de las tan entretenidas asignaturas que cursaba, sin duda, ayudaba menos.
Cuando salí de la ducha me preparé lo más rápido posible y me dirigí al local de Taylor en mi coche.

Tuve que aparcar en la calle paralela porque no había sitio e ir andando hasta el O. Aun así, cuando llegué no había nadie.
Esperé apoyada en la puerta de la entrada, bajo la débil lluvia, pasmada de frío y expulsando vaho cada vez que respiraba.
-¿Me ayudas?. – Rachel llegó cargada de cajas. Le quité una y una bolsa que colgaba de su brazo. – Aun no son ni y media, ¿Qué haces aquí tan pronto?.- Preguntó mientras sujetaba una de las cajas con su rodilla e introducía una de sus manos en el bolso en busca de las llaves.
-No quería pasar más rato sola. – Me miró por encima de los bártulos entristeciendo la mirada.
-¿Qué tal lo llevas?. – Su voz era condescendiente y vi venir por donde se encaminaba la conversación.
-Genial, Rachel. – Dije tajante. Pronuncié las palabras sin ningún tipo de emoción, aunque por dentro estuviese muriendo. No pretendía hacer como que todo esto no era una mierda, por eso tampoco fingí una sonrisa ni puse voz alegre. Solo quería dejarlo pasar.– Genial. – Ella me observó durante unos segundos todavía con lastima. Y odiaba eso. Le puse mala cara y al parecer lo entendió. Apretó los labios asintiendo. Se dio la vuelta y todavía haciendo malabares con los bultos intentó abrir la puerta. - ¿Por qué coño no dejas las cosas en el suelo, abres y después las entras?. – Me miro ofendida. Pero se volvió y me hizo caso. Cuando sus manos estuvieron vacías consiguió abrir sin dificultad la puerta. Yo pase primero y la sostuve para que recogiera las cajas y entrara.
Bajé los pocos peldaños de la entrada y me introduje hasta la barra, donde deje las cosas. Rachel me siguió colocándolo todo en una de las mesitas.
-Tendremos que recogerlas todas y sacar la grande para la cena. A ver si viene algún macho y nos ayuda con el trabajo duro.
En ese preciso momento Tom apareció bajando por las escaleras.
-¿Requerís de mis servicios como hombre fibroso y musculado?. – Elevó los brazos marcando sus inexistentes bíceps. Rachel y yo estallamos en carcajadas.
Juraría que aparté la mirada sólo un par de segundos pero cuando la volví hacia ellos Tom tenía sus manos alrededor del culo de Rachel, mientras sus labios se exploraban y sus lenguas…”Fingí” una arcada y me aclaré la garganta tratando de llamar su atención. Se separaron algo sonrojados, lo suficiente para tratarse de dos de las personas más sinvergüenzas que había conocido en toda mi vida.
Sacudiendo la cabeza dirigí mi mirada hacia el contenido de la caja. Desorbité los ojos cuando me di cuenta de que eran platos, vasos, servilletas, manteles, posters y demás merchandising de Edward Cullen. Elevé la cabeza para mirarles atónita.
-¿Por qué le odiáis tanto?. – Inquirí levantando las servilletas con mis manos. Se empezaron a descojonar.
-¿A que es genial? Va a comer en su propia cara. – Ambos parecían encantados con la idea.
-Sabéis que no le hace ninguna gracia. – Fruncí el ceño todavía flipando.
-Eso es lo más divertido.- Contestó Tom entre risas, mientras Rachel asentía sonriendo.
-Ten amigos para esto. – Murmuré para mí misma negando con la cabeza. Indagué en la bolsa que había traído conmigo y vi las pancartas que debíamos colocar por todo el local.

Mientras me entretenía colgando uno de los carteles de despedida escuché la voz de Tom a mis espaldas.
-¡Hey, aspirante a actriz!. – Noté como mi cuerpo se balanceaba tras la patada de Tom a la escalera en la que me encontraba subida. Elevé mis ojos torciendo la cabeza por encima del hombro para mirarlo y recordé la primera vez que alguien se dirigía a mí como tal.

“Habían pasado a penas 12 horas de mi cumpleaños y las páginas web del mundo entero ya se hacían eco de las fotos de Robert Pattinson con la extraña desconocida. A las 12:23 del medio día el teléfono de Rob comenzó a sonar sin descanso. Después de varios intentos por silenciar el aparato rechazando cada llamada, Robert se incorporó y atendió una de ellas.
-¿Qué coño pasa ahora?- Rob sostenía el móvil con su mano izquierda y frotaba insistentemente sus ojos con la derecha. - ¿Que qué mierda hice anoche?. Tenía una fiesta de cumpleaños Steph, ya te lo dije. – Se quedó callado un par de segundos, meneando los ojos de un lado a otro intentando encajar algo. - ¡Oh, mierda!, las fotos. ¿Ya?, Pero…pero si no han podido ni pasar…- Se volvió hacia mí con el gesto desencajado. - ¿Qué hora era?. – Me encogí de hombros escondiendo mi cara bajo mi antebrazo derecho. Robert apoyó su cabeza en una de sus manos. - ¿Y qué coño quieres que haga?, ¿qué me esconda en una habitación y no tenga contacto con ningún otro ser humano?. – Se incorporó todavía más, cabreado. - ¿No es lo que estás diciendo?. Pues lo parece. – Negó con la cabeza violentamente. – Mira Stephanie no me apetece hablar sobre esto ahora, ¿ok?. Ya lo discutiremos más tarde. Tengo cosas más importantes de las que ocuparme en este momento. – Probablemente su agente no estaba muy de acuerdo con eso pero Robert no le dio tiempo a rechistar ya que colgó justo al acabar su frase.
Esperé unos segundos aguardando a que él rompiera el incomodo silencio. Al ver que no lo hacía abrí un poco mi brazo para poder verlo. Me miraba con sus manos revolviendo su pelo y la mandíbula apretada.
-Lo siento tantísimo.
-Rob, está bien. La que lo siente soy yo. No sé como va esto pero estoy segura que esas fotos te van a meter en más de un problema y odio que sea por mi culpa, si pudiera… - Se acercó a mí y me abrazó con fuerza interrumpiéndome.
-Calla, ni lo pienses si quiera. Esto no es tu culpa. Pro...probablemente no sea ni mía…Ni siquiera puedo controlar ya mi vida. No has hecho nada malo. Ninguno hemos hecho nada. Si a la gente no le gusta, que les den. – Intenté callar mis pensamientos porque dolían demasiado pero eran del todo cierto.
-Pero no deberías…A lo mejor no deberías verme. – Se apartó de mí confuso.
-¿Qué quieres decir?
-No sé, Rob. No quiero que tu vida se complique todavía más por mi culpa.
-Mi vida ya está lo suficientemente complicada y, créeme, tú no tienes nada que ver. Steph lo va a flipar y la gente va a tener otra excusa más para criticarme. Pero me importa una mierda porque lo que digan de mí me es totalmente indiferente, babe. – Acarició mi cara dulcemente forzando una sonrisa. – Lo único que me preocupa eres tú. – Se mordió el labio y cerró los ojos afligido. – En serio, Carla. No van a parar de decir…cosas totalmente injustas sobre ti. Lo siento. – Susurró en mi pelo. Suspiré profundamente.
- Y ¿te crees que a mi me importa lo que vayan a decir cuatro tías celosonas, que no me conocen absolutamente de nada, sobre mí?. – Negué con la cabeza sonriendo, o intentándolo. – Me levanté y fui hacia el escritorio. Cogí el portátil que descansaba en la mesa y lo metí debajo de la cama. – No pienso leer absolutamente nada. Lo prometo. – Torcí la boca y arrugué la nariz nerviosa. Él se levantó un poco y me atrajo hacia la cama en sus brazos, tumbándonos a los dos. – Además todavía América no ha despertado. Estoy medio a salvo. – Asintió frunciendo el ceño.
-Todavía.

Obviamente mi promesa duró exactamente 47 segundos después de que Robert se fuera de mi piso. Corrí hacia mi habitación y rescaté el ordenador de debajo de mi cama. Y entonces fue la primera vez que lo leí. Popsugar actualizó a primera hora de la mañana con la noticia:
Robert Pattinson se divierte en Londres con su gente. Después de varios días sin noticias del actor británico, éste se dejo ver a altas horas de la madrugada con sus amigos después de una noche de fiesta. Pero esta vez una nueva joven se unió a la pandilla, con ella se le puede ver muy cariñoso en las fotos, para más tarde montarse en el mismo taxi juntos intentando así escapar del objetivo de las cámaras. Se trata de Carla Muro, una aspirante a actriz que trabaja con la amiga de la infancia de Robert, Rachel Jerins, en un nuevo proyecto. Parece que han encontrado la mejor forma de promocionar la película poniéndola en primera plana relacionada con la gran estrella de Crepúsculo. Puede que no haya nada entre ellos, pero se les ve muy cómodos juntos. Decirme ¿qué opináis al respecto?
Genial. Ahora era una “aspirante a actriz” que utilizaba a Robert Pattinson para promocionar una película de la que no quería que nadie oyese. Claaaaaro.
Intenté con todas mis fuerzas resistirme a ver todas las fotos y muchísimo más a leer los comentarios, pero la curiosidad era demasiado fuerte.
Para colmo salía con una cara de borracha desfasada en todas las fotos. Partiéndome el culo por la idiota de Rachel. Suspiré rendida y baje la página para leer los comentarios.
“Pues la tía es bastante normalita.”
“Espero que no estén juntos porque Rob se merece a alguien mucho más que esta tía desconocida.”
“Es que el chaval no puede salir con sus amigos sin que se le relacione con nadie?”
“Joder, es que esta gente no deja de estar pedo nunca o qué? ¡Mirar sus caras!”
“A mi la chica me parece muy mona. Además él es libre y puede estar con quien quiera. Aunque no creo que las fotos muestren nada.” Gracias.
No es fea pero necesita un bocadillo!!”
“¡Venga!. ¿En serio Robert? Kristen es muchísimo más guapa, ¡deberías estar con ella!”Oh, no, por dios. Comentarios Robsten no, por favor.
Cerré el portátil automáticamente. Esto era demasiado. Me sentía hasta mareada.
La cosa no fue demasiado lejos, más de lo mismo en casi toda la prensa rosa. Pero se despertó un creciente interés por Robert Pattinson en su ciudad natal. Los paparazzies le persiguieron más de lo normal e inevitablemente volvieron a pillarnos juntos, con todos sus amigos, pero juntos. 4 días diferentes y en diferentes situaciones. Habíamos dejado de mostrar cualquier tipo de gesto afectivo en los lugares abiertos. Hasta caminábamos a cierta distancia, él con los chicos, y yo con Rachel. Por lo que las fotos no confirmaban absolutamente nada.

Desafortunadamente para mí la buena nueva también llego a España. Mi madre no tardó en llamar alterada por lo que sus ojos veían y leían. “¿Aspirante a actriz?.” Sí, todavía no les había contado nada y gracias a la prensa no tuve que esperar más. Les expliqué que había asistido a un casting sin ningún interés en ser aceptada, pero lo había sido. Que no era nada excesivamente grande y que era más que probable que la película ni siquiera llegase a España. Mentí, pero sólo un poco, acerca del estado en que se encontraba mi (inexistente) empleo. Le conté que había tenido que dejar Blluckster, pero que ya había echado currículos, lo cual no era cierto, y que estaba segura que pronto me ofrecerían algo, lo que era cierto si obviabas lo de "segura".
Y por supuesto inquirió sobre Robert Pattinson, aquel actor que hacía de vampiro y que había empapelado las paredes de una de las habitaciones de su casa y que, ahora, se rumoreaba salía con su hija. Le expliqué que todo era mentira y que sólo le conocía por trabajar con Rachel. Al final conseguí tranquilizarla y despreocuparla, aunque siendo madre eso nunca fuese posible del todo.”


Y aquí estaba 10 días después preparando su despedida. Dibujé una mueca de dolor que deshice rápidamente con una sonrisa dirigida a Tom.
-¿Los farolillos son necesarios?
-No, de hecho Rob va a pensar que son una mariconada, pero ya sabes lo que le molan estas mierdas a Rachel. – Se quedó observándome unos instantes y arrugando el ceño, preguntó. - ¿Qué tal lo llevas?.
-¿El qué?. – Sabía exactamente a qué se refería, así que le mire suplicándole que dejara el tema.
-Ya lo sabes.
-No, no lo sé. – Enfaticé mis palabras con un tono de cabreo. – ¿Lo tuyo con Rachel?. – Él también odia hablar sobre ese tema por lo que deseé que pillara por donde iba. Sonrió apretando los labios afirmativamente.
-Genial entonces. – Se dio la vuelta y se largo a seguir decorando el local.

A las 11:30 de la mañana deje a Rachel y Tom con Sam siguiendo con lo poco que quedaba. Había quedado con Robert para comer en mi casa antes de que yo entrase a trabajar en el turno de tarde de mi nuevo empleo como relaciones laborales en una empresa de galletas.
Cuando llegué al piso me senté en el sofá y encendí la tele abatida. Puse la MTV y vi el videoclip de Smile like you mean it de The Killers. Y mientras dejaba el mando en el sillón vi como se deslizaba por mi brazo la pulsera de Pandora que en esa mismo salón Robert me había regalado 17 días antes.

“Dibujé una enorme sonrisa e inmediatamente después deslicé mis dedos por el interior del sobre sacando dos preciosas hojas azules con las mismas florecitas. Las desdoblé mordiéndome el labio impaciente y le mire sonriendo.
-¿Preparado?- Cerró los ojos mientras asentía.
-Venga, léelas de una vez. No alargues más la tortura. – Solté una carcajada y dirigí la mirada hacia las hojas. Suspirando emocionada comencé a leer:

Bueno…¡Feliz cumpleaños!... otra vez.
Espero de verdad que hayas disfrutado de mi compañía casi la mitad que, seguro, yo he disfrutado de la tuya en un día tan especial para ti. Y… que te guste el champagne.

Me reí y le miré. Observaba las hojas colorado, jugueteando con un mechón de mi pelo y recostado en mi hombro derecho.
-Me ha encantado el champagne. – Me devolvió una de sus tímidas sonrisas.

He de decir que me doy asco a mi mismo comprando entradas para el peor equipo de Londres – Puse los ojos en blanco. – pero estoy seguro que te van a encantar. Probablemente más que el otro regalo.
Pero Rachel dijo que era algo que te hacia mucha ilusión y a mí me la hace el poder regalarte algo que tiene significado para los dos.
Cada cuenta representa un día que hemos pasado juntos y quiero que sepas que han sido los mejores 8 días de mi vida desde hace mucho, demasiado, tiempo.
Puede sonarte ridículo, porque 8 días son poco más de una semana. Quizás ahora mismo quieras dejar de leer, cambiarte de apartamento o volverte a España para que el puto loco que escribe esto no pueda acosarte más. Pero era algo que necesitaba decirte.
Para mí significas más que cualquier otra tía que he conocido en los últimos cuatro años.
Significas unas manos entrelazas, una sacudida de manos, el cosquilleo que recorrió todo mi cuerpo cuando te abracé al conocerte. Significas el aire que abandonó mis pulmones mientras te sentabas encima de mi regazo y nuestros labios se juntaban por primera vez en mi coche. Significas la diversión que me invadió cuando accediste a jugar conmigo al Yo nunca, nunca, el hacerme sentirme como un crío junto a ti. (Sí es un dado…No hay ninguna cuenta que represente juegos alcohólicos. Lo siento.)

Sonreí expulsando aire por la nariz.
-¿Piensas decir algo en algún momento? – Le miré confusa.
-¿Quieres que te radie mis pensamientos más profundos?
-Bueno, yo los he plasmado en unas putas hojas de papel… con florecitas. Lo que es bastante humillante. – Solté una carcajada divertida.
-No es humillante, es muuuy bonito. – Acerqué mi cara a la suya y contemplando sus labios por un momento, recorrí la distancia que los separaba de los míos.

Significas la sensación de admiración que sentí cuando me dejaste un rato de intimidad en tu propia habitación en nuestra primera mañana juntos, y cuando salí y vi toda la ropa ordenada, y la camiseta limpia de Chris. Aunque ésta sea una mariconada con un corazón y babero.

Miré la bolita en cuestión riendo.
-Es una monada, un poco gay pero… - Me encogí de hombros. – Creo que voy a pedirle la camiseta a Sandra y te la voy a regalar. Chris no la va a usar, seguro que ni se acuerda de ella, y ya que yo voy a tener una cuenta cursi para recordármelo tú podías tener la camiseta. – Asintió sonriendo mientras sus brazos acariciaban mi espalda hasta enredarse en mi cintura, agarrándome con fuerza.
-Me encantaría tenerla.

Significas el deseo que una canción hizo que se apoderara de mi cuerpo. La necesidad de sentirte y de que fueras lo único que mi cuerpo requería. Significas una jodida nota musical.
Y una pelota de fútbol. El poder experimentar tanta emoción y al segundo una enorme decepción. Todo lo que un tío desea es que a la chica le guste el fútbol… y ahí estabas tú impaciente por ver el derby…Pero tenías que ser del Chelsea.
Significas el alivio que mi cuerpo encontró después de estar más de una hora tiritando de frío en tu portal. El calor que esperaba encontrar en una taza de té. La satisfacción de encontrarlo en tus brazos.
Significas cada rubor en mis mejillas cada vez que me miras, cada vez que me tocas. Significas también la determinación para actuar y olvidarme de la vergüenza. El regalo como vía de escape a una de las situaciones más embarazosas de toda mi vida. Y soy Edward Cullen, créeme me han pasado cosas realmente avergonzantes en mi vida.
Significas demasiado para mí, pequeña. Ya no hay vuelta atrás.
Bueno…pues… realmente espero que tú sientas lo mismo.
Un beso
Robert

Volví a doblar las hojas emocionada. Me giré para mirarle y sonreía avergonzado.
-Claro que siento lo mismo. - Le besé despacio, saboreando sus suaves labios, respirando el aire que espiraban de ellos. Formando una esplendida sonrisa en su boca. Me di la vuelta en sus brazos dejando descansar mi cabeza en su pecho.
-También he puesto el signo de Aries. Representa este día. – Sonreí con los ojos cerrados, y asentí. "

Mantuve mis ojos cerrados sentada en el sofá cuando el timbre sonó. Al abrir la puerta Rob me esperaba con su perfecta sonrisa torcida. Sostuve la puerta abierta hasta que entró.
-He traído hamburguesas del McDonlals. – Arrugó la nariz y la frente, esperando mi consentimiento.
-Me alegro, porque no me apetece nada cocinar. – Ni comer, ya puestos ni siquiera respirar. No quería hacer nada que no fuese aprovechar el poco tiempo que me quedaba con la persona que más deseaba. Formé una sonrisa de cortesía y me di la vuelta cogiendo con mi mano izquierda las bolsitas de papel con nuestra comida.
Instantáneamente después noté unas fuertes manos amoldarse a mi cintura, atrayéndome a su cuerpo. Sentí su calido aliento en mi nuca, y sus suaves labios recorrer mi tembloroso cuello. Subió sus manos por mis brazos. Agarró mi delicada muñeca, recorriendo mi mano derecha con sus dedos, dibujando delicados círculos alrededor de la pequeña gasa adhesiva que tapaba mi ya casi recuperada herida, y se la acercó a su boca, depositando un suave y cariñoso beso justo en el centro de mi mano.
Sonreí feliz, cerrando los ojos y disfrutando de los mejores momentos de mi vida. Hasta que la cruda realidad me golpeó en el pecho.
-Venga, vamos a comer. – La voz de Rob en mi oído marcó el comienzo de nuestra actuación para el resto del día. Como si nada pasara.












7 comentarios:

  1. ala no me dejes así joe...yo quiero más..
    y por qué coño tienes que hacerlo tan sumamente adorable? =(


    muua pollito seve

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  2. :O que chulo nena... yo quiero escribir asi y no enrollarme como las persianas jodeeeeeeeeeeeeeer!!!!

    Rob es super riquiño jooooooo!!!

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  3. Creo q ya lo había dicho xo me encanta tu fic.
    Les tengo hasta cariño a estos 2... mas monos!!
    Me gusta como escribes chica asiq a seguir con muchos capítulos más!
    :)

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  4. Dios Seve... estoy llorando. Es de las pocas veces que he llorado leyendo algo, de hecho creo que solo me ha pasado con el de Grace y Robbie. Increible la cartita de Rob, que bonitaaaaaaaaaa!!!!!!!!! Son adorables los dos, y ojala en realidad estuviera con alguien como Carla, y no con Kikiputa (me encantó el detalle del mensaje Robsten y como reacciona ella. Una autenténtica bunny si señor)

    Buufff como me gusta este fic. Mil besos y gracias por escribirlo.

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  5. Ahh que me olvido!!! Tomstu es la caña jajajajaajaj yo también me lo imagino asi de payasete. Aiiiii estoy enamorada de tu historiaaaaaa

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  6. que tiernoooooooooooooooooooo el Roberto es tan encantador!!! me ha dado la depre con la pobre Carla dejar ir asi a ese hombre... yo no lo dejo y lo amarro en mi cama xD

    un beso!!!

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  7. ufff con lo llorona que estoy, madre miaaaa ... gracias cariño, me encanta y quiero mássss
    Feliz año tb. para ti cari
    Un besazo

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