jueves, 20 de agosto de 2009

Capitulo 7: Yo nunca…

Oh, oh, oh.
Robert Pattinson va a subir a tu casa.
Di un millón de gracias a Dios por habérseme ocurrido limpiar la casa el día anterior, mientras abría la puerta del portal. No es que intuyera que le gustaran las casas impecables, estaba segura que la mierda le daba igual, pero a mí no.
Al entrar, encendí la luz de las escaleras. Robert seguía a mi lado, con su brazo en mi hombro derecho, hasta que nos paramos esperando el ascensor y él se pasó la mano por el pelo. Yo me balanceé repetidamente sobre mis pies. Los dos sin decir ni una palabra. De vez en cuando nuestros ojos se encontraban, y nuestros labios dibujaban tímidas sonrisas.
El ascensor bajó y nos montamos. El se apoyó en una de las paredes y yo en la de en frente. Más de lo mismo. Silencio, miradas, sonrisas. Y calor, mucho calor. En un momento me perdí por completo en sus ojos. Era perfecto. Dolía tanto mirarle. Suspiré, sin apartar la mirada. Entonces el ascensor dio un pequeño saltó, sobresaltándome. Me giré y salí de él cuando las puertas me dejaron paso. Notaba las pisadas de Robert tras de mí.
Abrí la puerta, y me hice a un lado para que entrara. Pasó delante mía con una de sus manos en el pelo. Encendí la luz y cerré la puerta. Le guié hasta el salón, donde dejé las llaves.
-Siéntete como en casa.- Sonreí. El estaba de pie, nervioso y confuso. Asintió y tras pensárselo un poco se sentó en uno de los sofás. Yo me di la vuelta y me dirigí a la cocina a por combustible. Al llegar me apoyé en la pared.
-Wow, wow, wow.
Abrí la nevera y balanceé la puerta a modo de abanico, intentando refrescarme con el aire frió. Cogí un par de Heinekens y metí un pack de seis al congelador para que se enfriaran más.
En el umbral de la puerta respiré profundamente y fui a su encuentro.
Ahí estaba sentado. En mi sofá, con la cabeza en la rodillas. Al sentirme la levantó, y sonrió ampliamente cuando vio…las cervezas.
-Cuanto te he echado de menos, nena.- Dijo cogiendo una de las botellas y dándole un sorbo. Puse los ojos en blanco y me senté en el sofá de al lado.

Después de darle el último trago a mi cuarta cerveza y de empezar a notar las agujetas en mi estomago, me levanté a por otra Heineken. El dejó la suya en la mesita.
-¿Otra?- Le pregunté.
-¿Intentas emborracharme?- Me di la vuelta ofendida. Oí su risa de fondo.
Cuando volví sólo llevaba conmigo una botella. El me siguió con la mirada, intrigado, hasta que me senté.
Seguía observándome con los ojos entreabiertos.
-Jamás intentare emborrachar a un alcohólico.
-Era broma.- Dijo, poniendo los ojos en blanco. Yo sonreí ampliamente.
-¿En serio?.- Bufó y fue a la cocina a por una.
Después se sentó, a mi lado en el mismo sillón. Con un gesto, fingido, de enfado. Sus ojos recorrieron la estantería, y se abrieron desorbitadamente cuando se toparon con algo de su interés.
-¿Eso es whisky?- Se levantó. Yendo hacia él como quien camina hacia su dios.
-No. Un día que me meaba y el agua estaba cortada. El señor Walker era lo primero que tenia a mano, y…bueno supongo que puedes imaginarte el resto.- Me miró sonriendo, y sacudiendo la cabeza. Volvió a posar la mirada en su reliquia. Cogió dos vasitos de chupito de la cristalera y se sentó más cerca de mí, apoyando la botella y los vasos en la mesa.
-Es hora de pasar a algo más fuerte, ¿no crees?- Levantó su botella de cerveza y de un trago se la acabo casi por completo, mientras yo le miraba perpleja. Se volvió hacia mí.- ¿Qué?, ¿te apetece o no?.- Estaba enfermo. Suspiré.
-Por supuesto.- Sonrió emocionado. Abrió la botella y llenó los dos vasitos. Me dio uno, y él cogió el otro.
-¿Algún juego?
- En mi pueblo se brinda por cosas y eso.- Dije con sarcasmo.
-Bueno, pero eso es más aburrido.- Parecía un crío.
-Creeme, después de un par, todo es divertido.- Soltó una carcajada.- Y puede que en este caso lo sea hasta con el primero.- Negó con la cabeza.
-¿El Yo nunca?
-¿De qué va eso?
-Dices algo que no has hecho, lo haces y bebes. También puedes decir algo que ya has hecho, pero tienes que hacerlo igualmente.- Sonreía alegremente. Aun viéndolo todo borroso, podía apreciarle maravillada. Lo que tú quieras, cielo.
-De acuerdo.- Me encogí de hombros.- ¡Juguemos!
El se balanceó excitado.
-Empiezo. Yo nunca…- Dirigió los ojos hacia arriba, pensando.- he bebido cerveza.- Le dio un trago a mi botella y luego se bebió el chupito. Agitó la cabeza y me miró sonriendo.- Te toca.
-Wow. ¿Cerveza?, ¿en serio?. Divertido de verdad.- Dije asintiendo. El se rió, y me indicó con la cabeza que me tocaba.- Yo nunca…he saltado en este sofá.- Un poco avergonzada, me subí al sillón y pegué un brinquito. El empezó a descojonarse y me dio el vasito mientras yo me sentaba de nuevo. Bebí. Un escalofrió recorrió todo mi cuerpo. Puse cara de asco, abriendo la boca y abanicándomela con la mano.-Arde.
El seguía riéndose.
-¡Que desmadre!-Dijo irónicamente. Sonreí, poniendo los ojos en blanco. Volvió a llenar los vasos, pasándome uno y quedándose el otro.- Yo nunca…he gritado en tu casa. ¡AAAAAAAH!- Me tiré en el sofá partiéndome el culo. El también se reía. Me incorporé llorando.- Tampoco es para tanto.- Dijo entre carcajadas.
-Deberías haberte visto la cara.- No podía parar de reírme. Respire profundamente.-Ufff.- Me abaniqué con la mano, mientras él sacudía la cabeza.

Media botella de whisky después, y docenas de Yo nuncas absurdos y ridículos, él tenia unos notables coloretes en sus mejillas y apenas podía abrir los ojos, y yo ya no veía nada, tampoco sentía vergüenza ni estaba nerviosa.
Se acababa de descalzar por el juego y estaba sentado a mi lado con las piernas cruzadas a lo indio encima de mi sillón. Mirándome mientras una risa continua inundaba el ambiente. Era mi turno.
-Yo nunca… me he quitado un jersey.-Tiré de una de las mangas del mío, y después de la otra hasta quitármelo del todo. Lo dejé caer en el suelo y bebí. El whisky en esos momentos era igual de insípido que el agua. Los volvió a llenar.
-Yo nunca… te he visto los tobillos.- Me quite las botas y uno de los calcetines. Subí una pierna al sofá y él me remangó los pantalones, dejando visible mi tobillo derecho. Con las dos manos sujetando mi pie, deslizó un dedo desde los míos hasta el empeine, dibujando un círculo alrededor del tobillo. Cerré los ojos sintiendo sus caricias. Al abrirlos él dejo caer mi pie y cogió el vaso.
-Yo nunca…te he visto sonreír.- Puse su cara entre mis manos, mirándole fijamente a los ojos y acariciando su mandíbula. Recorrí con mis pulgares su labio inferior hasta llegar a sus comisuras, estirando de ellas hacia arriba, él hizo el resto, formando una perfecta sonrisa. Retiré mis manos, mientras ambos seguíamos observándonos. Bebí y llené de nuevo ambos vasos. El deliberó un segundo y pude ver como sus ojos se volvían más ansiosos.
-Yo nunca…he besado tu estomago.- Levantó mi camisa hasta la cintura, y la abarcó con sus dos manos. Las deslizó despacio por ella, parándose en mi vientre. Acariciándolo de un lado al otro, arriba y abajo. Fue bajando la cabeza poco a poco, acercándose a mí. Noté sus labios, apoyándose en mi estomago, dándome un dulce beso. Me estremecí. Levantó la cabeza y bebió, clavando sus ojos en los míos, sonriendo. Le devolví la sonrisa, mientras me acercaba a él.
-Yo nunca…-susurré delicadamente conforme me aproximaba a su cuello- he besado el lóbulo de tu oreja.- Antes de rozarle siquiera, noté como un escalofrió recorrió todo su cuerpo. El contacto del aire procedente de mi boca con su piel había sido suficiente. Aun así, besé con cuidado su lóbulo, bajando mis labios por su mandíbula hasta su barbilla, ahí los separé de su piel y levanté la cabeza. Nuestros labios estaban prácticamente pegados. Sus ojos miraban los míos y yo miraba sus ojos sonriendo. Alejé mi cabeza de la suya, llevándome el chupito a la boca. Y su mirada buscó la mía confuso. Podía notar como se iba encendiendo. Su mandíbula estaba cada vez más tensa y sus ojos cada vez más ardientes.
-Yo nunca…-Acercó su cabeza a mi oído, mientras sus manos recorrían mi tronco por dentro de la camisa. Encogí el estomago y me mordí el labio. Susurró- he desabrochado tu sujetador.- Lo acababa de hacer. Se separó de mí. Sonreía abiertamente. Estaba satisfecho. Me estaba excitando y lo sabía. Tragué saliva, mientras él volvía a llenar los vasos y se bebía uno. Ahora era mi turno.
Metí mi brazo por una de las mangas de la camisa y agarré uno de los tirantes del sujetador. Tiré de él hacia fuera, liberándome. Metí mi brazo por la otra manga y sujeté el otro tirante, sacándolo y liberando a mi otro brazo. Después tiré de él. El primer tirante se volvió a introducir en mi camisa, deslizándose por mi cuerpo hasta salir por la otra manga. Todo esto bajo la atenta mirada de Mr Pattinson. Tenía la boca abierta, mientras seguía el movimiento de mi sujetador al caer al suelo. Dirigió la mirada hacia a mis pechos. La camisa era transparente, estaba segura de que en ese instante mostraba más de lo que insinuaba. El estaba apunto de explotar. Pero yo aun no había acabado.
-Yo nunca…- Aproximé mi cabeza a su oído, mientras mis manos se deslizaban por sus muslos hasta llegar a sus ingles. Murmuré.-he desabrochado tu bragueta.- Coloqué mi cabeza delante de su cara. Y mis manos se apoyaron en él. Empezaron a desabrochar cada uno de los cinco botones que tenían sus pantalones. Pude notar como se iba endureciendo con cada botón que le liberaba de la presión. Mientras, mis ojos admiraban su melanina fundiéndose en sus iris, clavados en mis ojos.
Cuando acabé, aparté mis manos de él, pero no me moví ni un milímetro. Estábamos prácticamente pegados. Sonreí seductoramente. El también lo hizo. Sin pestañear, con sus labios a un centímetro de los míos dijo:
-Yo nunca…te he besado.- Y nuestros labios se fundieron, ansiosos y llenos de pasión.
Nos dejamos caer en el sofá. Puso su mano en mi cuello posando mi cabeza despacio sobre el cojin, y la otra en mi cintura, bajando por mi cadera, hasta mi muslo.Yo tenía mis manos en su nuca, agarrándose a su pelo.
Estaba sobre mí, aun con nuestras bocas explorándose, entre mis piernas. Había dejado de respirar por completo, y mi cuerpo no necesitaba aire ninguno. Pedía otra cosa, suplicaba otra cosa. Necesitaba sentirle. Pasé una de mis manos al inicio de su espalda y fue explorando su tronco por debajo de la camiseta. Ardía. Nos separamos un segundo, para volver a fundirnos con más ganas. Mi mano fue bajando por su estomago, mientras notaba como se hinchaba y deshinchaba rápidamente al compás de sus latidos. La mano que seguía en su pelo, agarró su camiseta y tiro de ella hacia arriba. Nos volvimos a separar, para poder quitársela. Nuestros ojos estaban clavados los unos en los otros. Perdí los suyos de vista un instante cuando la camiseta le tapó la cabeza, pero de inmediato volvieron a estar mirándome.
Me volvió a besar, posándose otra vez sobre mí. Introduciendo su mano por debajo de mi camisa, acariciando mi piel delicadamente. Apartó sus labios de los míos, y fue recorriéndome despacio, hasta llegar ansioso a mi cuello, mientras sus manos empezaron a desabrochar mi camisa por abajo. Un botón…dos…tres...cuatro...De repente paró y se incorporó jadeando.
-¿Estas segura?- Le miré confusa.- Quiero decir que…bueno…-Su respiración era entrecortada.- no quiero hacer nada que no quieras.
Dibujé una amplia sonrisa. Me levanté poniendo mi cara muy cerca de la suya. Le di un pequeño empujón sentándolo. Me acomodé encima de él. Esperaba haberle dejado claro qué era lo que quería. El pareció captarlo, porque después de dedicarme su media sonrisa, se abalanzó sobre mí. Esta vez sus manos desabrocharon los botones de arriba, abriéndola un poco por uno de mis hombros, mientras lo besaba. La otra mano fue bajando por mi clavícula hasta encontrar a uno de mis pechos, recorrió su contorno despacio, y después lo agarró fuerte. Soltado un gemido le susurré en el oído.
-Deberíamos ir a mi habitación.- Al segundo se levantó conmigo en brazos, yo me abracé a él apoyando mis piernas en sus caderas. Empezó a andar, mientras nos devorábamos el cuello. Se tropezó con la mesita. Y chocamos contra la puerta de la cocina.
-No…mm…sé…donde- tragó saliva.- donde…donde es.
-Mmm…al final.
Se deslizó pegado a la pared, hasta que encontró un hueco y siguió andando muy deprisa, hasta que otra pared nos paró. Era el final del pasillo.
-A la derecha…a la derecha.-Le indiqué jadeando.
Se aceleró, hasta que caímos en una cama. Sí, era mi cama.
Me arrastré sentada hasta la almohada. Mirándole fogosamente, mientras le esperaba. Se acercó a mí gateando. Cuando me tuvo a su alcance. Me acarició la cara con una de sus manos, atrayéndome hacia él. Nos besamos, primero dulce y suavemente. Sus labios capturaron mi labio inferior, y los míos su superior, despacio fueron abriéndose más, abarcándonos enteros. Poco a poco fue tumbándose sobre mí. Meneando los labios ansiosamente, me dejé caer por completo en la cama.
- His clocks are all wrong, but he knows by how much
De repente Two hearts in two weeks empezó a sonar en mi habitación. El se incorporó asustado. Y yo me volví hacia el reproductor confusa. Sonreí, soltando aire fuertemente. Notaba algo duro sobre lo que estaba sentada.
-Es…el mando.-Lo saqué mostrándoselo. El se rió, suspirando. Lo dejé en la mesilla de noche y puse mis brazos entre mis piernas, abrazándolos. Nos miramos sin decir nada, mientras la música sonaba. Y comencé a prestarle atención a la letra. El sonrió inquiriendo si podía seguir. Asentí devolviéndole la sonrisa.

Leave you cold and surprised
you know he broke two hearts in two weeks.


Se acercó y empezó a besarme el cuello. Me quede quieta, dejándole hacer lo que quisiera.

He’ll swallow your bones and steal all your spit
And bring you to life like a talking puppet
Like a talking puppet he’ll play with your limbs
Swap them around and tie them to strings

Iba a dejar que hiciera conmigo lo que quisiera. Sí.
Cogió mi cara entre sus manos y besó mis labios. Yo le respondí con ánimo.

Leave you cold and surprised
You know he broke two hearts in two weeks

Me aparté de sus labios y bajé por su cuello. El también fue bajando por el mío hasta mi hombro.
Quería hacerlo. Sí, sabía que para él no iba a ser más que otra. Que al día siguiente iba a ser sólo otro corazón roto por él. Pero no me importaba ya lidiaría con eso en su momento.
Levanté su cara y le besé. Introdujo sus manos por mi camisa casi totalmente abierta, acariciando mi espalda ávidamente. Me agarré a su culo, empujándolo hacia mí. Sus manos se movían rápido por mi cuerpo, reposando fuerte en mis caderas. Deslizó una mano por mi ingle, llegando a mi bragueta. Soltó el botón y bajó despacio la cremallera.

Don’t let it begin to know where you win??
Cus he sired?? but he smelt your scent
Insanity went out you to the day??

Volví a apartar sus labios de los míos, y me escondí en su cuello, de nuevo. Esto iba a doler pero no podía romperme el corazón, no le iba a dejar utilizarme.

Subió de nuevo sus manos por debajo de la camisa, por mi estomago. Desabrochó los dos últimos botones que quedaban y me la quitó. Acariciando suavemente mi torso, dibujando el contorno de mis pechos con sus labios.
Me estremecí.
¡A la mierda con mi corazón!
Atraje su cara hacia la mía. Besándole con más ansias. Le aparté a un lado y despacio fui quitándole los vaqueros, bajo su atenta mirada. Cuando acabé, él hizo lo mismo con los míos. Y volvió a posicionarse entre mis piernas. Besando dulcemente mi hombro, mi clavícula, mi pecho, mis costillas, mi ombligo, mi vientre. Acariciando de un lado a otro con sus labios mi piel por encima de mis bragas. Con uno de sus dedos las abrió delicadamente, tirando de ellas hacia abajo. Deslizándolas, mientras me acariciaba el interior de las piernas al bajarlas. Cuando llegó a los tobillos saqué mis pies de ellas, y él las tiro al suelo, sonriendo. Se acercó a mí y me besó.
Bajé despacio por su espalda hasta encontrarme con sus boxers de cuadros, los agarré con cuidado y se los quité con su ayuda.
Se tumbó sobre mí, completamente desnudo, acariciando mi cara. Pude sentir su excitación muy cerca de mi, demasiado cerca. Apreté los labios y tragué saliva, mientras intentaba respirar. Entrelazó una de mis manos con la suya, apoyando nuestros brazos por encima de mi cabeza, en la almohada. E incorporándose un poco me penetró, muy despacio, dejando que le sintiera todo en mi interior, hasta el fondo. Noté una sacudida en la boca de mi estomago, y vi como cerraba lo ojos, mordiéndose el labio inferior con fuerza. Los abrió mirándome, y soltó aire fuerte. Yo gemí entrecortadamente mientras nuestras miradas se fundían. Reposó en mí unos instantes, recreándose con el calor.
Sin desviar los ojos, salió de mí igual de despacio, pero no del todo. Sin avisar, volvió a introducirse entero. Volví a gemir, mientras él se sacudía. Cada vez más deprisa fue embistiéndome de la misma manera. Entraba entero, esperaba, y salía un poco. Entraba entero, esperaba, y salía un poco.
El ritmo fue aumentando progresivamente, mientras yo me contraía, abrazando su sexo con todas mis fuerzas, excitándome más y más, hasta conseguir el clímax, al tiempo que el empujaba con intensidad, vaciándose en mí, mientras los dos gritábamos sin voz.
Poco a poco fue aminorando la marcha. Seguía saliendo y entrando en mí, pero casi inapreciablemente, con movimientos muy sutiles. Pero suficientes para seguir complaciéndome.
Mis piernas abrazaban con fuerza su cuerpo, y el brazo que no sujetaba su mano acariciaba despacio su espalda, acompasando mi respiración.
Aún en mí, me besó en la frente, todavía jadeando. Y se llevó nuestras manos entrelazadas a la boca, rozando suavemente el dorso de la mía con sus labios. Yo le besé el hombro pausadamente.
Despacio salió y se dejó caer en la cama a un lado de mí, atrayéndome hacia él, abrazándome fuerte, apoyando su barbilla en mi cabeza, respirando tranquilo.
Mi cabeza descansaba en su cuello. Inspire intensamente. Y percibí su olor. Sí, había sido una gran dosis de Robandrostadienona. Me iba a costar desengancharme. Sonreí completamente satisfecha. Por esta noche merecía la pena hasta morir.
Acababa de terminar Take a bow, y la lista de reproducción que había estado sonando. Todo se quedó en silencio.
Seguí respirándole, tranquilizando a mi sistema nervioso, hasta que me dormí.

7 comentarios:

  1. siiiii, polvazoooooooooooo!! quiero mas quiero mas!!

    bestos guapa!

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  2. Joder!!! polvazo del 15 nena!!! quiero más!!!!
    Un mega aplauso!!!!!!yuuuuuuuu!!!

    Muaks!!!

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  3. OHHHHHHHHH SIIIII SIIIIIIIII, mi polvo con patas por favor ... fiuuuuuuuuu
    Graciasssssss cari

    ¿y ahora queeee? ainnnssss

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  4. me encanto :D

    Dios que hommbreeeeeeeeeeeeeeee

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  5. Ahhhh!!! me ha encantado....
    Más, queremos másssss

    Es genial

    Besines

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  6. Yo me pongo en su lugar y... uffff NO ME SALE OTRA COSA Q DECIR xD
    Me uno a la moción... queremos más!
    Bsits!

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