sábado, 29 de agosto de 2009

Capitulo 8: No me acuerdo de nada

Abrí los ojos. Y noté el grandísimo dolor de cabeza que me estaba martillando el cerebro. Pasé mi mano por la frente, intentando aliviar el dolor. Cerré los ojos de nuevo, y di una vuelta sobre mí, estirando los brazos.
-¡Ooch!- Golpeé algo. Abrí los ojos y vi a Robert Pattinson, frotándose la frente con una de sus manos.
-Lo siento mucho.- Dije apurada, poniéndome una mano en la boca. Robert Pattinson agredido en mi cama. A mi lado. Sin camiseta. El torso, ¡y que torso!, destapado. Y una sabana tapando sus partes más intimas. Yo también desnuda, y ¡sin nada que escondiera mis vergüenzas!. Me tapé de inmediato, subiendo la sabana por mi cuerpo.
El me miró sonriendo. O estaba teniendo un ataque al corazón, o había pequeñas detonaciones explotando en mi interior.
-Perdona, perdona. Lo siento muchísimo.-Me mordí el labio inferior.
-Estoy bien, de verdad.- Seguía con su sonrisa, pero fue desdibujándola poco a poco. -¿Y tú?
-Genial.- Contesté agitada. El puso cara de dolor.
-Has pasado toda la noche en la esquina, apartada de mí…-Hizo una mueca.
-Oh.- Negué con la cabeza.- Siempre lo hago, duerma acompañada o no. Me gusta dormir apretujada en una esquina.- Forcé una sonrisa, confusa.- En serio.- Si fuera por mi me engancharía de tu cuello como una lapa, pero creeme no seria muy divertido…para ti, claro.
Me observó detenidamente unos instantes. Después sacudió la cabeza y me dedicó su sonrisa de medio lado, un poco avergonzado.
-Vale. Pues, es un alivio. Creía que apestaba.- Se pasó una mano por el pelo.-¿Algo que decir de mi olor?, por cierto.- ¿Aparte de que me pone peor que una perra en celo?
-No, la verdad es que parece que te has duchado…por lo menos durante la última semana.-Ambos nos reímos.
Nos quedamos mirándonos el uno al otro unos minutos. De pronto frunció los labios.
-No me acuerdo de nada.
-Yo tampoco.- El se mordió el labio, y yo cerré los ojos dejándome caer en la almohada. Se colocó de lado mirándome. Después de un rato en silencio dijo:
-Sí que me acuerdo de algo.
-Y yo.
-Vamos, que me acuerdo de que…bueno…eso.
-Sí.
-Y no me arrepiento.- Dijo alterado.
-No, ni yo.-Negué violentamente con la cabeza, mientras él asentía aliviado.
-Me alegro.- Descansó su cabeza, junto a la mía, en la almohada. Pasó un brazo por mi cintura, por encima de la sabana, y me atrajo hacia él, besándome en la frente.
-Y yo.- Sonreí, clavando mis ojos en los suyos. Deslizó su dedo índice por mi cara, hasta llegar a mi labio. Yo lo mordí delicadamente en la punta. Cuando lo solté se llevó la mano al pelo. Y bajó su cabeza, poniéndola a la altura de la mía. Nuestros labios estaban a unos milímetros, sin dejar de mirarnos, se encontraron en un beso suave y dulce. El se separó y apoyó su cabeza en mi pelo, dejando la mía debajo de su barbilla. Me abrazó más fuerte, mientras yo ponía mi mano en su brazo. Volvimos a quedarnos dormidos.


Desperté, al sentir las suaves caricias de sus dedos en mi mano. Abrí los ojos, y lo primero que vi fueron sus preciosos ojos verdes que me observaban en silencio.
-Hola- dijo muy bajito, sin dejar de acariciarme. Mientras dibujaba una tímida y perfecta sonrisa. Le sonreí también, como una tonta enamorada, sintiéndome la persona más afortunada del planeta. Miré el reloj de la mesilla por encima de su hombro. Eran las 11:30 de la mañana. Volví a mirarle, él seguía clavando sus ojos en mí. Me deshice de sus brazos y me incorporé, apoyando mi espalda en el cabezal de la cama. Estiré mis brazos por encima de mí, y mi cuello. Seguía con un dolor de cabeza horrible.
-¿Por qué parece que tú no tienes resaca?.- Sonrió ampliamente. Sentándose a mi lado, con nuestras piernas rozándose.
-Años y años de experiencia.
-Uff. Sólo tengo un año menos que tú, y creo que probablemente empezaría antes en esto. Spain is different, babe.- Volvió a dibujar su sonrisa, bajando la mirada.
-Seguro. Pero tú pesas, ¿Cuánto?, ¿45 kilos?, y mides la mitad que yo, así que no lo toleras tanto. Estas jugando en una liga superior, nena.- Me reí ofendida
-Perdona monada, con mi metro sesenta y cinco y mis…45 kilos- Asintió orgulloso.- puedo absorber lo que quiera. Cuando quieras te pulo.
-Me encantaría ver eso.- Ambos sonreímos mirando hacia otro lado. Yo como una idiota, y él como la persona más guapa del mundo.
Noté su piel caliente contra mi pierna. Suspiré. Estábamos desnudos, con la ropa esparcida por todo el cuarto. Empecé a ponerme muy nerviosa. Era una situación incomoda. Sabia que ya me había visto desnuda, y más que eso, pero entonces yo estaba bastante pedo y ahora sólo era una tía con sus complejos expuestos a Robert Pattinson. No dijimos nada en un rato, ni nos miramos. Sólo nos mantuvimos pegados, sentados, pensando.
-No veo mi camiseta por ningún lado.- Dijo, haciendo una mueca con la boca y pasándose una mano por el pelo.
-Ya.-Tragué saliva.- Mi camisa esta en esa mesilla, ¿me la pasas?- No quería mirarle, me daba demasiada vergüenza tener tanta…vergüenza.
-Claro.- Se dio la vuelta, levantándose un poco de la cama, lo que hizo que la sabana resbalara y dejara a la vista su maravilloso trasero. Me fijé en él, acalorándome, y probablemente también, abriendo la boca. Se volvió de nuevo hacia mí con la camisa en sus manos, y levanté rápidamente la vista. Sabía que estaba completamente roja. Y le sonreí sofocada.
Me deshice de la sabana y me puse la camisa rápidamente. El no estaba mirando, pero tampoco tapaba mucho. Me di la vuelta sentándome en la otra esquina. Abrí el cajón de la ropa interior que estaba en la mesilla de noche, y me puse unas bragas.
Me levanté mareada, y ande hasta la puerta. Cerré los ojos un segundo y le miré.
-Voy a…preparar algo para comer. ¿Quieres algo especial?
-No.-Negó violentamente.- Cualquier cosa, gracias.
-Vale. Hay toallas en el baño, puedes ducharte si…no es demasiado suplicio- Soltó una carcajada. Sonreí.- Yo…me ducharé en el otro.
Asintió con su sonrisa de medio lado, y con su mano derecha en su maravilloso pelo. Parecía aliviado e igual de avergonzado que yo.
Asentí y salí de la habitación cerrando la puerta.

PVRobert

Vi como salía de la habitación, mientras me recreaba con su precioso cuerpo, recorrí sus piernas, sólo con unas bragas negras y su camisa de un tejido transparente que dejaba todo a la vista. Me volvía loco.
Ella se había levantado de la cama y me había dejado un rato de intimidad en su propia habitación. ¡Dios! Era un idiota. Me sentía tan avergonzado. No había sido capaz de menearme de la cama. ¿Cuántos años tenia?. Ya me había visto desnudo, no había motivo para ponerse nervioso porque lo volviera hacer.
Y ella lo había notado, por eso se había ido…Era un verdadero encanto, y tan atenta. Suspiré.
Aún estaba en la cama. Me pasé una mano por el cabello, y tiré la sabana a un lado, levantándome. Eché un vistazo a la habitación en busca de mi ropa, vi los calzoncillos y los pantalones, pero no había ni rastro de la camiseta. Estaría debajo de la cama, pero estaba de pie, totalmente desnudo, y me sentía un tanto ridículo, así que me fui directo a la ducha.
Cogí una toalla, olía a su suavizante, inhale ese aroma cerrando los ojos. La dejé en el retrete. Entré en la ducha, encendí el agua y deje que cayera sobre mi pelo, mi cara, mi pecho, mis piernas.

PVCarla
Agité mi pelo, después de secarlo con la toalla y de peinarlo.
Me puse una camiseta negra con letras de Sandra, y unos shorts grises que estaban para planchar con leotardos. Me calcé las botas planas de tachuelas. Y fui a preparar el desayuno a la cocina.
Al pasar por el salón, vi la camiseta de Robert en el sofá. Sonreí y la cogí. El Yo nunca…Puse los ojos en blanco. Recogí también sus zapatillas y fui hacia mi habitación.
Llamé a la puerta pero no contesto. Oí el agua de la ducha, así que entré.
¡Joder!, parecía una leonera. Hice la cama y recogí su ropa.
La coloqué encima de la cama. Su camiseta, sus pantalones, sus boxers…Estuve a punto de olerlos…
No seas patética.
Vale, aun tengo algo de dignidad. Los doblé y los dejé al lado de un calcetín…y el otro no lo veía. Me agaché y levante un poco el edredón para mirar debajo de la cama, ahí estaba, lo cogí y me levanté. Puse sus nikes en el suelo, debajo de los pantalones. Fui a por una camiseta de Chris a la habitación de Sandra, y no vi nada más para un tío. Así que fue lo único limpio que pude dejarle.
Recogí también mi ropa, y la metí en la lavadora.

Preparé macarrones con tomate y carne picada, eso le gustaba a todo el mundo, ¿no? Y me senté en la mesa, esperando a que saliera.
Le vi aparecer por la puerta. Llevaba la misma ropa que ayer y la camiseta que le había dejado. Con el pelo revuelto y mojado, pero igual de perfecto y sexy que siempre, incluso más. Me derretí.
-Gracias, por…-se señaló la ropa.- Y por ordenarlo todo. Cuando he salido del baño parecía otra habitación.- Se mordió un labio, meneando la cabeza, mientras se acercaba a la mesa.
-De nada.- Sonreí.- ¿Macarrones con tomate?-hice una mueca.
-Sí, por favor. Me encantan. Gracias.- Se sentó y le serví la comida en su plato. Los probó. Terminó de tragar.- ¡Están muy buenos!- estaba sorprendido. Gracias cielo.- Deberías ver la mierda que como normalmente. Aquí suelo comer en casa de mis padres, pero no siempre. Y yo no se hacer nada.- Se encogió de hombros y siguió comiendo. Sonreí. - ¿Hoy vas a hacer algo por la noche?, ¿tienes planes?- Asentí con la boca llena. Tragué.
-Pues sí. Ceno con Jack. O’Connell, Cook de Skins.
- Sé quien.- Se puso serio.- Así que vais a cenar juntos. ¿Os lleváis muy bien?, ¿Qué tipo de relación tenéis?.-Entrecerró los ojos, apoyando una mano en su boca.
-Sí, la verdad es que es un encanto. No sé, me hace mucha ilusión conocer a gente que no seáis vosotros y Sandra, y cuatro tíos de clase. Además va a presentarme a sus amigos.- Me ríe emocionada. El me miraba detenidamente, sin cambiar su expresión.- Es como si lo conociera de siempre. Cuando pasas tanto tiempo con alguien “viviendo”- hice el gesto de las comilla con los dedos.- ese tipo de experiencias tan intensas, creo que se crea una especie de conexión…difícil de explicar.- Me encogí de hombros.- Supongo que tú lo entiendes mejor que nadie, ¿no?- No sé, llevas liado con tu compañera como tres años. Sonreí, y él me la devolvió, quitándose la mano de la boca, y relajándose.
-Sí, supongo que lo entiendo. Entonces sólo sois amigos, ¿no?, bueno, quiero decir…buenos amigos. Que os lleváis muy bien, vamos.
-Genial. Yo lo estoy literalmente flipando con todo esto de la peli –desorbité los ojos, suspirando.- y él me esta apoyando mucho, esta siendo de mucha ayuda cuando me entra la angustia. –Volvió a sonreír.
-Está muy bien tener a alguien que haya vivido o este compartiendo toda esta locura, ayuda a no pegarse un tiro –asintió varias veces.

Después de comer fuimos a recoger el salón, pero alguien llamó a la puerta. Miré por la mirilla.
-¡Joder!, es Rachel.-murmuré enfadada.
-¿Rachel?- preguntó sobresaltado.
-Sí, Rachel.- Me le quedé mirando. Estuvimos unos segundos en silencio, deliberando qué hacer. El se paso la mano por el pelo.
-¿Me escondo en tu habitación?
-Sí, mejor.- Le dije, acercándome a la puerta y haciéndole un gesto con la mano. Cuando se perdió de mi vista abrí.- ¿No tienes casa?
-Hola, yo también me alegro de verte.- Elevé las cejas, no estaba de humor.- ¡Joder!, solo quería saber que tal ayer…¿Qué tal?.- Sonrió abiertamente.
-Bien, aunque no tuvo ninguna gracia que me dejaras sola.
-¿Sólo bien?. Te dejé sola porque…espera un momento y ¿Rob?.
-En su casa, supongo.
-¿QUE?, ¿no ha pasado la noche contigo?. Os dejamos solos.- Estaba atónita. Meneó la cabeza sin creérselo.
-Sí, me di cuenta. Pero no somos elefantes a los que metes juntos en una habitación y se ponen a fornicar.- Eso no es del todo cierto. Tú calla.
Abrió la boca sorprendida, y giró la cabeza hacia el cuarto de estar. Meneó la lengua hacia arriba abriendo aun más la boca. Señaló la mesa llena de botellas, y se dirigió hacia ellas.
-¿Y esto?. Ja, demasiada bebida sólo para ti.- Se puso las manos en la cintura de forma autoritaria.
-Bebo mucho.- Contesté desde la entrada.
-Claro. Hay dos vasos.- Dijo orgullosa. Abrí la boca para replicar, pero la cerré, no tenía nada que decir.- ¡ROB!- Me pasé una mano por la frente y la deje apoyada en mis ojos.
-Rachel, tú por aquí.- Se puso a mi lado. Ambos nos miramos impotentes. Rachel sonrió al sentirse vencedora.
-¡Genial!, entonces ha habido polvo, ¿no?- Esto era demasiado.
-No, Rachel, no habido polvo. Subimos a echar la última, y le siguieron un par más y una botella de whisky, nos pusimos pedo, y nos quedamos dormidos, sin sexo.- Me estaba cabreando más a cada segundo. No me gustaba tener que hablar de estas cosas cuando ni yo misma sabía qué eran. Y menos si el susodicho era Robert Pattinson y además estaba presente en la conversación. Su sonrisa se desdibujo, dando lugar a una mueca. Miró a Robert inquiriendo una respuesta. El negó con la cabeza.
-¡Joder!. Mira que lo preparamos todo y ni por esas. Vosotros no necesitáis un empujoncito, hay que tirarse con vosotros a la piscina.
-No. El problema es que nadie necesita ningún empujón. Las cosas pasan si tienen que pasar y punto. Ni que tuviésemos 15 años. No es necesario que juegues a celestina, y menos conmigo, ni que os divertías con esto ¿Acaso voy yo propiciando nada con…?- Me callé, porque probablemente Rob no supiese nada. Pero elevé las cejas y le hice un gesto con la cabeza.
-Vale, lo siento. Sólo pretendía ayudar. Pero ya lo he captado. No necesitáis mi ayuda. Vosotros a lo vuestro.-Asentí más relajada. Y ahora me sentía un poco mal por como había reaccionado. Robert estaba apoyado en el marco de la puerta, sin decir ni una palabra.
-Me alegro de que lo hayas pillado, zorra.-Sonrió, y vino hacia mí. Me abrazó.
-Genial. Hoy cenas con Jack, ¿no?- Asentí. Ella puso morritos.- Vale, pues mañana nos vemos.- Le dio un abrazó a Rob- Y a ti esta noche.- Se encamino a la puerta y se marchó.
Robert y yo nos quedamos mirándonos en silencio. El tenía una mano en el pelo, y seguía apoyado en la puerta, con los ojos entrecerrados.
-Lo siento, no quería mentirle, ni alterarme tanto. Pero no soporto que se diviertan con…-Suspiré. El vino a mi lado.
-Tranquila, si yo pienso todo lo que has dicho. Además no tienen que saberlo todo.- Me abrazó. Escondí mi cabeza en su pecho, mientras me acariciaba la espalda.- Por cierto, ¿con quién no vas propiciando nada?.- Le miré un segundo, debatiendo si contárselo o no.
-No quieras saberlo. Con suerte te enteraras algún día de estos.
-¿Le conozco?- Sacudí la cabeza dándome la vuelta, le agarré de una mano y tiré de él.-¿No me vas a contar nada?.
-Calla anda.- Suspiró dándose por vencido, y me siguió.

Me ayudó a recoger y limpiar el salón. Estuvimos hablando de tonterías y haciendo el idiota un par de horas.
-Creo que debería irme ya. –Dijo mordiéndose un labio.
-Claro. –Pasó sus manos por los muslos y se puso en pie. Yo le seguí hasta la puerta. Nos quedamos mirando sonriendo. El se acercó a mí algo indeciso, y se agachó hasta que rozó mis labios. Fue abriendo los suyos despacio, capturando los míos delicadamente, presionándolos con cuidado. Se separó, y pude volver a coger aire. Sonreí soltándolo. El dibujo su media sonrisa.
-Mañana te llamo, ¿de acuerdo?. –Asentí. Aun con su mano en mi mejilla, me besó en la frente, se dio la vuelta y desapareció de mi vista.
Me apoyé en la puerta, mareada. Con la sonrisa más grande del mundo. Me mordí el labio riendo. Estaba eufórica, me hubiese puesto a gritar y a dar saltitos idiotas por toda la casa, pero mi cuerpo simplemente no conseguía hacer nada. Fui al salón y me senté en el sofá, sin poder borrar la sonrisa de mi cara.


Bueno nenas, pues creo que en dos semanas no voy a escribir el siguiente, que tengo muuucho que estudiar. Creerme que preferiria estar pensando en todo esto que en fisica, quimica y optometria peeeeero es lo que hay. Espero recompensar por la espera.
Besitossss

6 comentarios:

  1. Cariiiiiii dejame leerlo otra vez, necesito empaparme bien xD.
    Luego te digo algo

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  2. Genial!!!
    Me ha encantado....
    Te esperamos impacientes XD
    Besines

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  3. ala tiaaaa! que genial!

    esperaré ansiosisisima xD

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  4. ufff me ha sabido a gloria xD, cuanta tensión sexual noto, me encanta como son, graciasssss cari y muchisima suerte en tus examenes, tranquila ya escribiras.

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  5. genial seve, espero el proximo con muuuuuucha impaciencia, jeje

    besitos!

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  6. O_O me ha encantado Seve cariño.... hum!!! menos mal que estare una semana entretenida, pero aun asi os echare de menos :(

    Tu a estudiar...y luek la madriguera estara llena!!!

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